MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un análisis de dientes fosilizados de peces loros y espinas de erizo de mar realizado en la Scripps Institution, revela que cuando hay más peces que comen algas en un arrecife, éste crece más rápido.
Los científicos de Scripps Katie Cramer y Richard Norris desarrollaron un registro de 3.000 años de la abundancia de peces escáridos y erizos en los arrecifes del lado caribeño de Panamá para ayudar a desentrañar la causa del alarmante cambio de hoy en día en el coral de los arrecifes dominados por algas que se producen en todo el Caribe. "Nuestra reconstrucción de los arrecifes pasados y presentes de los fósiles demuestra que cuando la sobrepesca elimina el pez loro, la salud de los arrecifes cae", advierte Cramer, investigadora postdoctoral de Scripps y autora principal del estudio.
Al igual que otros peces herbívoros de arrecifes, los peces loros que comen algas juegan un papel importante en los ecosistemas de arrecifes de coral eliminando las algas que compiten con los corales. Según el estudio, la disminución de peces herbívoros como el loro durante las últimas décadas a causa de la pesca se considera un factor principal en el cambio hacia más arrecifes dominados por algas en el Caribe.
Los investigadores de Scripps examinaron la cantidad y composición de fósiles de peces, corales y erizos en núcleos de sedimentos de entre tres a cinco metros de tres sitios de arrecifes en la costa de Bocas del Toro, en Panamá, para entender el estado natural de los arrecifes antes de que los seres humanos comenzaran la pesca intensiva y el desbroce de tierras, y para evaluar el papel de estas actividades en los recientes declives de los arrecifes. El objetivo del análisis era determinar si las tasas de crecimiento de los corales se ven afectadas por el cambio en los niveles de población de los peces loro o erizos que comen algas.
Las muestras de núcleo, extraídas por los investigadores utilizando un sistema de extracción portátil que funciona bajo el agua mientras se bucea con escafandra, incluían fósiles que van desde los depositados durante los tiempos prehistóricos, ya en el año 997 aC, a la era postindustrial moderna hasta la década de 1980, representando la vida en estos arrecifes durante un periodo de rápido aumento de los impactos humanos a los ecosistemas de arrecifes.
LOS ERIZOS NO AFECTAN A LA SALUD DE LOS CORALES
Cramer y Norris utilizaron entonces el método empírico de modelación dinámica desarrollado por el ecólogo George Sugihara, de Scripps, y sus colegas para evaluar las relaciones de causa y efecto en sistemas ecológicos. Encontraron que el crecimiento del coral se ve positivamente impulsado por la abundancia de peces loros en los arrecifes, pero no por la abundancia de erizos de mar.
"Estos hallazgos revelan que los peces loro realmente tienen un papel positivo y crítico en la salud de los corales, un tema muy debatido en la investigación sobre los arrecifes de coral que no puede ser resuelto con estudios de arrecifes modernos que ya se han visto muy alterados por las actividades humanas --apunta Cramer--. Usando el registro fósil para analizar el estado natural de los arrecifes antes de la perturbación humana, hemos demostrado concluyentemente que si queremos proteger los corales tenemos que proteger a los peces loro de la sobrepesca".
"Estos resultados confirman el papel crítico de los peces loro en el mantenimiento del hábitat de los arrecifes dominados por los corales y la urgente necesidad de restaurar las poblaciones de estos peces para permitir la persistencia de los arrecifes", concluyen los autores.