Montaña Emeishan - PXHERE
MADRID, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Tierra experimentó un evento de extinción masiva severa previamente subestimado hace 260 millones de años, elevando el total de extinciones masivas importantes en el registro geológico a seis.
Es la conclusión de un estudio realizado por un equipo de científicos liderado por Michael Rampino, profesor del Departamento de Biología de la Universidad de Nueva York y coautor del análisis, que aparece en el revista Historical Biology.
"Cabe destacar que las seis extinciones masivas principales se correlacionan con trastornos ambientales devastadores, específicamente, erupciones masivas de basalto de inundación, cada una de las cuales cubre más de un millón de kilómetros cuadrados con espesos flujos de lava".
Los científicos habían determinado previamente que hubo cinco eventos importantes de extinción masiva, eliminando grandes cantidades de especies y definiendo los finales de los períodos geológicos: el final del Ordovícico (hace 443 millones de años), el Devónico Tardío (hace 372 millones de años), el Pérmico (hace 252 millones de años), el Triásico (hace 201 millones de años) y el Cretácico (hace 66 millones de años).
Y, de hecho, muchos investigadores han expresado su preocupación por la pérdida actual y continua de diversidad de especies, un desarrollo que podría calificarse de "séptima extinción" porque una extinción masiva moderna, según los científicos, podría terminar siendo tan grave como estos eventos pasados.
El nuevo estudio se centró en el período Guadalupiano, o Pérmico Medio, que duró desde 272 hasta hace unos 260 millones de años.
Aquí, observaron los investigadores, el evento de extinción del final del Guadalupiano, que afectó la vida en tierra y en los mares, ocurrió al mismo tiempo que la erupción de basalto de inundación de Emeishan que produjo las trampas de Emeishan, una extensa formación rocosa que hoy se encuentra en el sur de China. El impacto de la erupción fue similar a los que causaron otras extinciones masivas graves conocidas, dice Rampino.
"Las erupciones masivas como esta liberan grandes cantidades de gases de efecto invernadero, específicamente dióxido de carbono y metano, que causan un fuerte calentamiento global, con océanos cálidos y pobres en oxígeno que no conducen a la vida marina", señala en un comunicado.
"En términos de pérdidas tanto en el número de especies como en el daño ecológico general, el evento final del Guadalupiano ahora se clasifica como una gran extinción masiva, similar a las otras cinco", escriben los autores.