MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una investigación internacional que publica esta semana la revista 'Geology' y en la que participa la Universidad de Granada (UGR) ha aportado nuevos datos sobre cómo y por qué se recuperó tan rápidamente la vida en la zona donde impactó el asteroide que acabó con los dinosaurios, en Chicxulub, en la Península de Yucatán (México).
La investigación ha revelado que, tras la rápida recuperación inicial de algunos organismos, ocurrida en el rango de pocas decenas de años, la vida en el fondo marino del cráter volvió a niveles de abundancia y diversidad similares a los previos al impacto en solo 700.000 años, un tiempo significativamente rápido a escala geológica.
El impacto del asteroide tuvo lugar hace unos 66 millones de años, y ocasionó una de las cinco grandes (Big Five) extinciones en masa del Fanerozoico, la correspondiente al límite Cretácico/Paleógeno que provocó la desaparición de los dinosaurios de la faz de la Tierra.
El impacto provocó un cráter de 180 kilómetros de diámetro, cuya violencia ha sido comparada con la de 1.000 millones de bombas atómicas y alteró significativamente el medio a nivel global, produciendo grandes terremotos de magnitud superior a 11 en la Escala de Richter, tsunamis de entre 100 y 300 metros de altura, aumentos de temperatura, fuegos a distancias de entre 1.500 y 4.000 kilómetros del cráter, y lluvias ácidas, entre otras catástrofes.
Como consecuencia, se extinguieron alrededor del 70% de las especies marinas y continentales que vivían en ese periodo, lo que supuso un gran cambio en la evolución de la vida sobre la Tierra, con importancia sobre las especies que habitan en la actualidad.
El catedrático del departamento de Estratigrafía y Paleontología de la UGR, Francisco Javier Rodríguez-Tovar, ha participado en esta investigación. Previos análisis icnológicos (publicados en la revista 'Nature' en 2018), realizados por el Doctor Rodríguez-Tovar en el cráter del impacto en Chicxulub, ya pusieron de manifiesto la sorprendentemente rápida recuperación inicial de la comunidad tras el impacto.
Sobre esta base han continuado las investigaciones icnológicas en el marco de la Expedición 364 del International Ocean Discovery Program (IODP) 'Chicxulub: drilling the K-Pg impact crater' de la que forma parte el investigador de la UGR.
El objetivo de la nueva investigación era evaluar las distintas fases de la evolución tras el impacto del asteroide, y calibrar cuándo tuvo lugar la completa recuperación de la comunidad bentónica, alcanzando niveles de diversidad y abundancia similares a los previos al impacto.
LA IMPORTANCIA DE LA PRODUCTIVIDAD BIOLÓGICA
Los resultados obtenidos por Rodríguez-Tovar revelan que, aproximadamente a los 700.000 años tras el impacto, la comunidad de organismos generadores de trazas se había recuperado completamente, como lo atestigua el abundante registro de 'Chondrites', 'Palaeophycus', 'Planolites' y 'Zoophycos'.
"Sin embargo, esa recuperación no fue brusca, sino producto de distintas fases de diversificación, estabilización y consolidación. De acuerdo con las características de las trazas y los organismos que las generaron se confirma la importancia de la productividad biológica como el factor clave de esta rápida recuperación", apunta el catedrático de la UGR.
El trabajo compara, además, los datos obtenidos con los procedentes de otras grandes extinciones del Fanerozoico, como la correspondiente al final del Pérmico, revelando patrones similares en la recuperación tras el evento de extinción en masa, pero con una gran diferencia en lo que se refiere al tiempo implicado en esta recuperación, que fue mucho menor tras la extinción del final del Cretácico.
Los resultados y conclusiones abren una nueva línea de estudio de las extinciones en masa, de gran importancia en la evolución de la vida sobre nuestro planeta y su recuperación tras cambios ambientales extremos.