MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) - La capa de hielo marino del Ártico llegó a su punto máximo invernal el 25 de febrero. Con 14,54 millones de kilómetros, ha sido la más pequeña y de las más tempranas desde que hay registros. Son datos del Centro Nacional de Datos de la Nieve y el Hielo (NSIDC) de la Universidad de Colorado, Boulder, apoyados por la NASA. El hielo del mar Ártico, agua de mar congelada que flota sobre el océano Ártico y sus mares vecinos, está en constante cambio: crece en el otoño y el invierno, alcanzando su máximo anual entre finales de febrero y principios de abril, y luego se contrae en la primavera y verano hasta que llega a su punto mínimo anual en septiembre. Las últimas décadas han visto una tendencia a la baja en la extensión del hielo ártico del mar tanto en la fase de crecimiento como en la de fusión, aunque el descenso es más pronunciado en la segunda. El máximo de este año llegó a 15 días antes de la fecha promedio 1981-2010 de 12 de marzo, de acuerdo con el NSIDC. Sólo en 1996 ocurrió antes, el 24 de febrero. Un arranque tardío de crecimiento del hielo es todavía posible, aunque poco probable. Si el máximo se mantuviera en 5,61 millones de kilómetros cuadrados, sería de unos 50.000 kilómetros cuadrados por debajo del anterior pico invernal más bajo, alcanzado en 2011 con 5,66 millones de kilómetros cuadrados. En todo caso, un registro bajo del máximo de hielo medido no conduce necesariamente a un mínimo en verano. "Científicamente, el grado máximo anual no es tan interesante como el mínimo. Es altamente influenciableue por el clima y estamos buscando comprender la pérdida de hielo fino estacional que se va a fundir todos modos en el verano y no se convertirá en parte de la cubierta de hielo permanente ", dijo Walt Meier, del Centro Espacial Goddard de la NASA. "Con el mínimo en verano, cuando la medida disminuye es porque estamos perdiendo el componente de espesor de hielo, y eso es un mejor indicador de las temperaturas más cálidas".