Bosque tropical talado - IMPERIAL COLLEGE LONDON
MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los bosques tropicales que se recuperan de la tala son fuentes de carbono durante años, contrariamente a lo que se pensaba, revela un estudio publicado 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Hasta ahora se pensaba que los bosques tropicales que se recuperan de la tala absorbían carbono, ya que los nuevos árboles crecen rápidamente. Sin embargo, el nuevo estudio, dirigido por investigadores del Imperial College de Londres, en Reino Unido, rebate esta idea y demuestra que el carbono liberado por el suelo y la madera en descomposición supera al absorbido por el nuevo crecimiento.
Los investigadores afirman que el resultado pone de manifiesto la necesidad de aplicar prácticas de tala que minimicen los daños colaterales para mejorar la sostenibilidad de la industria. El estudio analizó el carbono de los bosques del Borneo malayo en el marco del Proyecto de Estabilidad de los Ecosistemas Forestales Alterados (SAFE).
La primera autora, Maria Mills, que comenzó el trabajo en el Imperial y lo completó en la Universidad de Leicester, destaca en un comunicado que estos resultados "demuestran que, en el caso del bosque tropical estudiado, las zonas taladas son una fuente de carbono incluso una década después de haberse producido la tala. Esto significa que tenemos que reevaluar su papel en los presupuestos globales de carbono --advierte--: ya no podemos aplicar la suposición generalizada de que son sumideros de carbono".
El investigador principal, el doctor Terhi Riutta, ahora en la Universidad de Exeter, apostilla que "gran parte del carbono liberado en los bosques en recuperación procede de daños colaterales, es decir, de árboles que han muerto como consecuencia de los daños sufridos durante las operaciones de tala y que se han dejado pudrir, y de suelos alterados".
"Los bosques talados siguen teniendo valor (sabemos que poseen una biodiversidad única), por lo que si nos aseguramos de que tampoco liberan carbono adicional mediante mejores prácticas de tala, impulsaremos su sostenibilidad", añade.
Muchos estudios anteriores sobre la recuperación de bosques se han centrado en medir el crecimiento de los árboles para calcular la cantidad de carbono extraído de la atmósfera. El nuevo estudio también midió la cantidad de carbono procedente del suelo (suelo y madera muerta) para calcular el balance de carbono de los flujos de carbono entrante y saliente de los bosques talados y no talados (antiguos).
Las parcelas forestales taladas en el estudio habían experimentado talas en diferentes etapas durante las últimas décadas. Las mediciones se realizaron entre 2011 y 2017.
Para medir el carbono liberado del suelo, los investigadores utilizaron un monitor portátil de dióxido de carbono para analizar mensualmente durante varios años manchas de suelo y trozos de madera muerta en varias parcelas. El equipo también instaló una torre de 52 metros de altura sobre el dosel del bosque para medir continuamente el "flujo" de carbono que entraba y salía del bosque y comprobar si era una fuente o un sumidero neto de carbono.
Descubrieron que las zonas forestales no taladas suelen ser neutras en cuanto al carbono, pero que las zonas de bosques tropicales moderada y fuertemente talados son una fuente de carbono. Estiman una fuente media de carbono de 1,75 +/- 0,94 toneladas de carbono por hectárea en las parcelas moderadamente taladas y de 5,23 +/- 1,23 toneladas de carbono por hectárea en las parcelas gravemente degradadas, y las emisiones se mantienen a estos niveles durante al menos una década después de la tala.
El coautor, profesor Rob Ewers, del Departamento de Ciencias de la Vida del Imperial, apunta que "las mediciones desde la torre muestran si la zona forestal es una fuente o un sumidero de carbono, y el seguimiento del suelo nos dice por qué es así. A partir de estas mediciones, sabemos que los bosques talados siguen siendo una fuente de carbono hasta una década después de haber sido talados, y que éste procede principalmente de la materia orgánica del suelo o de la madera en descomposición".