MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un experimento con peces arquero colocados ante monitores de computadora ha proporcionado la mejor evidencia hasta el momento de que realmente pueden distinguir entre diferentes números.
Varios estudios durante la última década han sugerido que los peces tienen un sentido innato de los números como lo tienen muchas aves y mamíferos. Pero estos típicamente involucraban pruebas como la elección de peces individuales para unirse al más grande de dos cardúmenes.
Por ejemplo, los peces que escogen entre dos conjuntos de puntos parecidos a presas pueden elegir el grupo con más puntos simplemente sobre la base de que cubre un área más grande.
En el nuevo estudio, publicado en el repositorio bioRxiv, expertos de la Universidad de Trento entrenaron a los peces, que utilizan chorros de agua para capturar a sus presas, para que lanzaran agua en las pantallas para demostrar que pueden distinguir entre números.
El doctor Davide Potrich y sus colegas colocaron peces arquero con bandas en tanques debajo de las pantallas de los monitores que mostraban dos grupos de puntos. Una cámara colocada debajo del tanque registró una vista del pez y el grupo de puntos que eligieron escupir.
Al mostrar repetidamente al pez dos conjuntos de puntos, uno con tres, el otro con seis, el equipo logró entrenar al pez arquero para que eligiera constantemente uno de los números.
Para asegurarse de que otros factores, como el área cubierta por los puntos, no influyeran en las decisiones de los peces, el equipo desarrolló un software que cambiaba aleatoriamente el tamaño, la disposición y otros detalles de los puntos para cada prueba individual.
Esto significaba, por ejemplo, que a veces seis puntos ocuparían menos espacio en la pantalla que tres puntos, pero la próxima vez podrían cubrir un área más grande.
El equipo descubrió que los peces aún podían distinguir entre números cuando se les presentaban nuevas alternativas, como seis y ocho, en lugar de seis y tres, informa New Scientist.
Sin embargo, los peces tendían, alrededor de las tres cuartas partes del tiempo, a elegir por defecto el número más grande o más pequeño (según su entrenamiento), en lugar de su número habitual, cuando se les presentaban estas diferentes opciones.
Entonces, por ejemplo, un pez al que se le enseñó a elegir seis sobre tres elegiría nueve sobre seis y ocho sobre cuatro, mientras que un pez entrenado para elegir tres sobre seis elegiría el menor de los dos números cuando se le diera una combinación diferente.