Extraordinarias formas de vida florecen en la fosa de las Marianas

Información sobre inmersiones y muestreos del proyecto MEER y sus principales hallazgos científicos. - CELL (2025). DOI: 10.1016/J.CELL.2024.12.037
Actualizado: lunes, 10 marzo 2025 18:19

   MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La biodiversidad es extensa y floreciente en las profundidades de la fosa de las Marianas, que alcanza los 11.000 metros, a pesar de las condiciones extremas de presión.

   En su último número, la revista Cell publicó un artículo de portada que revelaba sistemáticamente las características ecológicas de la zona hadal a profundidades de agua superiores a los 6.000 metros.

   Estos hallazgos marcan los últimos resultados del Proyecto de Investigación Ambiental y Ecológica de la Fosa de las Marianas (MEER), una colaboración lanzada en 2021 por la Universidad Jiao Tong de Shanghái, el Instituto de Ciencias e Ingeniería de las Profundidades Marinas (IDSSE) de la Academia de Ciencias de China, BGI Group y otras instituciones científicas chinas.

   "Nuestro estudio no solo redefine nuestra comprensión de los límites de la vida en las profundidades marinas, sino que también revela un 'manual de supervivencia extrema' escrito a lo largo de cientos de millones de años de evolución", explicó el Dr. Xun Xu, director de BGI-Research, la rama de investigación científica de BGI Group.

LA ZONA HADAL

   La zona hadal, aunque cubre solo el 1-2% del fondo oceánico, representa el 45% más profundo de la profundidad vertical del océano. Es un reino de condiciones extremas, donde una presión inmensa, oscuridad total, fuentes de alimento limitadas y temperaturas cercanas al punto de congelación crean un entorno que comúnmente se considera habitable solo para unos pocos organismos especializados.

   Los hallazgos revelaron una extraordinaria diversidad de microorganismos hadales, con más de 7.564 genomas a nivel de especie recientemente identificados, casi el 90% de los cuales nunca se habían documentado en bases de datos públicas.

   Los microorganismos han desarrollado un conjunto único de rasgos evolutivos para la ingesta de energía y la resistencia a la presión para poder sobrevivir en los niveles más profundos del mar.

ANFÍPODOS A 11.000 METROS DE PROFUNDIDAD

   Más allá de los microorganismos, el equipo de investigación hizo descubrimientos fascinantes sobre una especie de anfípodos que prospera a profundidades de entre 6.800 y 11.000 metros, donde la presión es equivalente a equilibrar un todoterreno en la punta de un dedo.

   Los investigadores también examinaron 11 especies de peces de aguas profundas y descubrieron adaptaciones genéticas notables que les permiten sobrevivir en profundidades extremas.

   Uno de los hallazgos más sorprendentes desafía una suposición científica sobre la adaptación a las profundidades marinas. Investigaciones anteriores sugirieron que el trimetilamina-N-óxido (TMAO), un compuesto que estabiliza las proteínas bajo alta presión, aumenta en los peces a medida que aumenta la profundidad. Sin embargo, este estudio no encontró un aumento significativo en los niveles de TMAO en los peces que viven por debajo de los 6.000 metros.

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