Elefantes en Amboseli, Kenia - FLICKR
MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las regiones del mundo con abundantes herbívoros grandes en muchos entornos tienen una cubierta arbórea más variable, lo que se espera que beneficie la biodiversidad en general.
Es lo que muestra un equipo de investigación que ha mapeado la cubierta arbórea de las áreas protegidas a escala global.
Mantener ecosistemas resilientes y ricos en especies es clave para preservar la biodiversidad y mitigar el cambio climático. Aquí juega un papel importante la megafauna, la parte de la población animal de una zona compuesta por los animales más grandes. En un nuevo estudio publicado en la revista científica One Earth, un equipo de investigación internacional, del que forma parte la Universidad de Lund, ha investigado la intrincada interacción entre el número de herbívoros voraces y la diversidad de árboles en las áreas protegidas del mundo.
"Nuestros hallazgos revelan una historia fascinante y compleja de cómo los grandes animales herbívoros dan forma a los paisajes naturales del mundo. La cubierta arbórea en estas áreas es más escasa, pero la diversidad de la cubierta arbórea es mucho mayor que en áreas sin grandes herbívoros", dice Lanhui Wang, investigador en geografía física y ciencias de ecosistemas en la Universidad de Lund.
"En nuestro análisis global, encontramos una asociación sustancial entre la biomasa de grandes herbívoros y la variada cubierta arbórea en áreas protegidas, en particular para los exploradores y los animales de alimentación mixta como elefantes, bisontes y alces, y en climas no extremos", explica el autor principal del estudio, Jens-Christian Svenning, profesor de la Universidad de Aarhus.
Por la presente, el estudio respalda que los grandes herbívoros silvestres promueven una estructura vegetal diversa, creando un hábitat rico para muchas otras especies. Esto se debe al consumo de vegetación por parte de los animales, así como a las perturbaciones físicas.
Según Lanhui Wang, estos nuevos hallazgos de la investigación resaltan la necesidad de integrar grandes herbívoros en las estrategias de restauración y conservación. No sólo por el bien de los propios animales, sino también por el papel vital que desempeñan en la configuración de los paisajes y la influencia en la biodiversidad. Los investigadores sostienen que este aspecto no se considera suficientemente en el marco de la gestión sostenible de la tierra y la restauración de los ecosistemas.
"En un momento en que las iniciativas globales se centran intensamente en combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, nuestros hallazgos resaltan la necesidad de una discusión más amplia y matizada sobre la gestión de los ecosistemas y las medidas de conservación. Es de suma importancia integrar en esto la comprensión del impacto ecológico de la megafauna", afirma Lanhui Wang.
La ONU ha declarado la década de 2020 como la década de la restauración de los ecosistemas. En total, 115 países han acordado restaurar hasta 100.000 kilómetros cuadrados de naturaleza en total. Para lograrlo, se necesitan más herbívoros grandes que vivan en estado salvaje en todo el mundo, afirma Lanhui Wang.
"Creo que necesitaremos proteger y conservar los grandes herbívoros para lograr los objetivos de la ONU. La megafauna es crucial para la cubierta arbórea, lo que a su vez promueve el secuestro de carbono y una diversidad de hábitats", afirma Lanhui Wang.