El alga azucarera crece en una granja experimental cerca de Juneau, Alaska - SCHERY UMANZOR
MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Alaska Fairbanks, la capacidad de filtración de agua de las algas cultivadas puede ayudar a reducir la contaminación marina en las zonas costeras.
El trabajo, publicado en la revista Aquaculture Journal, analizó los niveles de carbono y nitrógeno en dos granjas de algas de especies mixtas en el centro-sur y el sureste de Alaska durante la temporada de crecimiento 2020-21. Las muestras de tejido y agua de mar mostraron que las especies de algas marinas pueden tener diferentes capacidades para eliminar los nutrientes de su entorno.
"Algunas algas marinas son literalmente como esponjas: chupan y chupan y nunca se saturan", dijo en un comunicado Schery Umanzor, profesor asistente de la Facultad de Pesca y Ciencias Oceánicas de la UAF y autor principal del estudio.
"Aunque el carbono y el secuestro de carbono por las algas recibió la mayor parte de la atención, son en realidad mucho mejores en la mitigación de cantidades excesivas de nitrógeno que de carbono", dijo Umanzor. "Creo que es una historia que realmente se ha pasado por alto".
La contaminación por nitrógeno se produce en las zonas costeras por factores como las aguas residuales urbanas, la escorrentía doméstica o la eliminación de residuos pesqueros. Puede provocar una serie de amenazas potenciales en el medio marino, como la proliferación de algas tóxicas, el aumento de la actividad bacteriana y el agotamiento de los niveles de oxígeno. Las algas cultivadas en aguas contaminadas no deberían utilizarse como alimento, pero podrían ser una herramienta prometedora para limpiar esas zonas.
El cultivo de algas marinas es una industria emergente en Alaska, con fama de mejorar la seguridad alimentaria y crear nuevas oportunidades de empleo. También se ha considerado un método a escala mundial para almacenar carbono, lo que podría ser una forma de reducir los niveles de carbono atmosférico que contribuyen al cambio climático.
El análisis de las muestras de tejido de algas de las granjas determinó que el alga cinta era más eficaz que el alga azucarera a la hora de absorber nitrógeno y carbono, aunque esa diferencia quedaba compensada en cierta medida por la mayor densidad de los bosques de alga azucarera cultivada.
Umanzor advirtió que el estudio se limitaba a dos lugares durante una sola temporada de cultivo. Actualmente está procesando una colección mayor de muestras recogidas en seis granjas de algas de Alaska para la temporada siguiente.
"Quizá dependa de la especie, del lugar o del tipo de carbono y nitrógeno", dijo Umanzor. "Queda mucho por saber en un estudio de seguimiento".