Las hembras de monstruos de Gila luchan con más ardor que los machos

Escáner CT de la cabeza de un monstruo de Gila hembra utilizado en el estudio
Escáner CT de la cabeza de un monstruo de Gila hembra utilizado en el estudio - LAPPIN ET AL. /ROYAL SOCIETY OPEN SCIENCE
Actualizado: jueves, 18 mayo 2023 11:09

   MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio ha demostrado que en el caso del monstruo de Gila, un gran lagarto venenoso, los encuentros entre hembras son mucho más intensos y violentos que las interacciones entre machos.

   Cuando los monstruos masculinos de Gila pelean, según el autor correspondiente A. Kristopher Lappin, profesor de Ciencias Biológicas en la California State Polytechnic University, se trata en gran parte un concurso ritualizado.

   "Los machos básicamente luchan. Pueden morderse unos a otros, pero hasta donde sabemos, no se muerden agresivamente de una manera que pueda causar un daño significativo. Con las hembras, sabemos en base a las pruebas que lo harán, se muerden violentamente. En todas las pruebas, las hembras se involucraron de inmediato. En tres de las cuatro interacciones, los encuentros tuvieron que interrumpirse antes de que pudieran causarse un daño significativo entre sí", explica en un comunicado.

   Publicado en Royal Society Open Science, este es el primer estudio que documenta este comportamiento en el icónico monstruo de Gila, nativo del suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México. Los monstruos de Gila son lagartos naranjas y negros con escamas en forma de cuentas y dientes enormes. Pueden crecer hasta casi 70 centímetros de largo, lo que los convierte en el lagarto nativo más grande de los Estados Unidos.

   El estudio involucró a miembros adultos en dos colonias cautivas. Los datos de comportamiento se combinaron con datos de experimentos de fuerza de mordida para evaluar si sus osteodermos (depósitos óseos bien desarrollados en la piel) pueden cumplir una función protectora durante las interacciones agresivas.

   En cada una de las pruebas, las hembras exhibieron primero movimientos de lengua, silbidos, empujones y rasguños, seguidos de inflación del cuerpo. "Con una mayor escalada, se produjo una mordedura sostenida, seguida de una rotación lateral (LR). LR se asemeja al llamado 'rollo mortal' de los cocodrilos", señaló el estudio. Cada vez que se observó LR, el ensayo se detuvo para evitar posibles lesiones graves. Ningún monstruo de Gila resultó herido de forma permanente en las pruebas.

   Si bien los autores esperaban cierto grado de agresión entre las hembras, se sorprendieron tanto por la rapidez con que iniciaron el comportamiento agresivo como por la complejidad e intensidad de la agresión. Además, a pesar de la creciente literatura sobre la resistencia propia al veneno en los animales, los monstruos de Gila que fueron mordidos y envenenados "estuvieron notablemente comprometidos tanto física como conductualmente durante un período prolongado, aunque la recuperación fue completa sin necesidad de intervención médica", según el estudio.

   Ningún miembro del equipo había observado previamente LR o envenenamiento en agresión macho-macho en cautiverio o en el campo.