Ciervos a lo largo de una carretera cerca de Sutherlin, Oregón. - OREGON DEPARTMENT OF TRANSPORTATION
MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
La práctica de adelantar los relojes, dando lugar a una puesta de sol más tardía, reduce en un 16 por ciento los accidentes de coche asociados con animales por la noche.
Los investigadores han desarrollado un modelo, publicado en la revista 'Current Biology', que demuestra los beneficios que tiene el horario de verano permanente, no sólo para salvar la vida de los animales, sino también para reducir los costes de las colisiones y las lesiones humanas.
"Vimos estos enormes y abruptos cambios en la actividad humana asociados con el momento de la salida y la puesta del sol, así que nos hizo pensar que si los humanos responden a la hora del reloj, mientras que los animales responden a la hora de la luz del día, ¿crea eso más oportunidades para el conflicto entre la vida silvestre y los humanos?" explica en un comunicado el primer autor Calum Cunningham, biólogo de la Escuela de Ciencias Ambientales y Forestales de la Universidad de Washington.
Utilizando datos de 23 agencias estatales del Departamento de Transporte de Estados Unidos, el equipo de Cunningham analizó 1.012.465 colisiones entre ciervos y vehículos y 96 millones de observaciones de tráfico por hora en todo el país. Su análisis demostró que las colisiones son 14 veces más frecuentes dos horas después de la puesta de sol que antes. Y lo que es más sorprendente, el índice de colisiones entre vehículos y ciervos aumentó un 16% la semana siguiente al cambio de hora.
A partir de estas cifras, pudieron predecir que si el horario de verano se aplicara durante todo el año, se evitarían 36.550 muertes de ciervos, 33 muertes de personas, 2.054 lesiones humanas y 1.190 millones de dólares en costes de colisión al año. Lo más probable es que los datos de las colisiones de automóviles sean muy inferiores a los que se registran, por lo que es probable que estas cifras sean mucho mayores que las indicadas, señalan.
"Me sorprendió lo llamativo de este patrón, de cómo es más probable que los ciervos sean golpeados en la hora o dos después de la oscuridad --reconoce Cunningham--. Este cambio de una hora en la actividad humana podría tener un efecto tan significativo".