Un gran bosque talado de los años 60 en las proximidades de una parcela de investigación forestal de una hectárea en la región sur de la Selva Negra. Aunque hoy en día gran parte del área está cubierta de bosques, las cosechas han cambiado el paisaje - HISTORICAL SPY-SATELLITE IMAGE/GOOGLE EARTH
MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Más de un millón imágenes en blanco y negro tomadas durante la Guerra Fría por satélites espía y que fueron desclasificadas contienen datos valiosos sobre cambios históricos en los ecosistemas.
Estos valiosos datos de teledetección han sido utilizados por científicos de una amplia gama de disciplinas, desde la arqueología hasta la ingeniería civil. Sin embargo, su uso en ecología y conservación sigue siendo limitado.
Un nuevo estudio dirigido por la Dra. Catalina Munteanu de la Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad de Friburgo, Alemania, tiene como objetivo avanzar en la aplicación de datos satelitales desclasificados en los campos de la ecología y la conservación.
Aprovechando los avances recientes en el procesamiento y análisis de imágenes, estas imágenes en blanco y negro disponibles a nivel mundial pueden ofrecer mejores conocimientos sobre los cambios históricos de los ecosistemas, las poblaciones de especies o los cambios en las influencias humanas sobre el medio ambiente que se remontan a la década de 1960, sugieren los investigadores.
En su estudio, los investigadores evaluaron inicialmente la cobertura espacial, temporal y estacional de más de un millón de imágenes desclasificadas de cuatro programas históricos de satélites espía de EE.UU., lo que demuestra que estos datos abarcan casi todo el mundo y están disponibles en todas las estaciones.
Tras revisar cómo se emplean actualmente las imágenes de satélites espía en campos relacionados con la ecología, el equipo identificó posibles aplicaciones futuras. Fundamentalmente, la amplia escala espacio-temporal de las imágenes de satélite podría mejorar la comprensión de conceptos ecológicos como líneas de base cambiantes, efectos de retraso y efectos de legado.
Esta mejor comprensión podría conducir a un mejor mapeo de la extensión histórica y la estructura de los ecosistemas, ayudar en la reconstrucción de hábitats y distribuciones de especies pasadas, así como ofrecer nuevos conocimientos sobre los impactos humanos históricos en las condiciones actuales de los ecosistemas. En el futuro, este conocimiento también puede ser útil para la planificación de la conservación y los esfuerzos de restauración de ecosistemas al ayudar a identificar, por ejemplo, líneas de base ecológicas significativas, explican los investigadores en un comunicado.
Sin embargo, el uso de datos de satélites espía en la investigación ecológica enfrenta varios desafíos. El estudio destaca cuestiones como el acceso limitado y el intercambio de datos, los altos costos, la necesidad de preprocesar y rectificar imágenes y la ausencia de flujos de trabajo consistentes dentro de la comunidad científica.
Para abordar estos desafíos, los investigadores piden esfuerzos de colaboración entre los poseedores de datos, los expertos en teledetección y la comunidad de investigación ecológica. "Este artículo es un llamado a la colaboración interdisciplinaria entre ecólogos, conservacionistas y especialistas en teledetección para explorar todo el potencial de estos increíbles conjuntos de datos. Nuestros pocos estudios previos han revelado que sin considerar el pasado, podemos sacar conclusiones erróneas sobre el estado actual del medio ambiente", afirma Munteanu.
En un estudio de 2020 que atrajo la atención de los medios internacionales, un grupo de investigación dirigido por los mismos científicos ya había presentado un ejemplo de cómo las imágenes satelitales pueden usarse en ecología para revelar disminuciones inesperadas en las poblaciones de marmotas esteparias debido a conversiones agrícolas históricas. "Para permitir estas investigaciones científicas, solicitamos el apoyo de los poseedores de datos para publicarlos y preprocesarlos", añade Munteanu.