Serie temporal de la columna total de ozono (TCO) con un promedio de 30°S-60°N durante el verano boreal. - YAN XIA
MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio en Advances in Atmospheric Sciences indica que el ozono no se está recuperando tan rápido como se esperaba, lo que lleva a niveles más altos de radiación ultravioleta (UV) en superficie.
A pesar de las proyecciones de que la capa de ozono se recuperaría por completo a mediados de siglo, investigadores chinos encontraron niveles crecientes de radiación ultravioleta en los trópicos y las latitudes medias del norte después de 2010, lo que representa un riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
"Nuestro análisis muestra niveles alterados de ozono y una mayor radiación UV en la superficie durante más de una década después de 2010", dijo el autor principal, Yan Xia, de la Beijing Normal University. "La recuperación más lenta del ozono estratosférico es en gran medida inesperada".
El equipo analizó datos satelitales y simulaciones de modelos para evaluar los cambios a largo plazo en el ozono y los niveles de UV en la superficie en todo el mundo.
"Observamos una disminución en los niveles de ozono y un aumento en la radiación ultravioleta en latitudes entre 30°S y 60°N después de 2010", dijo Xia. "Especialmente en el hemisferio norte, la magnitud creciente de la radiación ultravioleta de la superficie de 2011 a 2020 alcanzó el 0,5-1,4 % por año; esto no debe pasarse por alto".
"El monitoreo continuo de los niveles de radiación ultravioleta y ozono es importante para comprender mejor por qué se retrasa la recuperación del ozono y si esta tendencia continuará", advirtió Xia. "Los legisladores y el público deben conocer y prepararse para los efectos nocivos de la radiación ultravioleta superficial mejorada en el medio ambiente, la agricultura y la salud pública".
Los hallazgos son un recordatorio de que la restauración de la capa de ozono es un proceso complejo afectado por factores como el calentamiento global, y la recuperación total sigue siendo incierta. La investigación continua y la implementación de políticas como el Protocolo de Montreal son fundamentales para revertir esta tendencia de empeoramiento, reducir la exposición a los rayos UV y proteger la vida en la Tierra en las próximas décadas, según los autores.