Super-rayo visto desde el espacio - AGU
MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
Dos nuevos estudios sobre los eventos de relámpagos más brillantes de la Tierra, llamados 'superbolts', encontraron que son distintos de los normales y pueden ser más de 1.000 veces más brillantes.
Las investigaciones se centraron en analizar los eventos de rayos vistos desde satélites en órbita y dan una mejor imagen de cómo se originan estos destellos energéticos.
"Un rayo superó incluso los 3 teravatios de potencia, miles de veces más fuerte que un rayo ordinario detectado desde el espacio", dijo en un comunicado Michael Peterson, científico de teledetección del Los Alamos National Laboratory y autor principal de los estudios, que se publicaron en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres. "Comprender estos eventos extremos es importante porque nos dice de lo que son capaces los rayos".
La investigación aborda un debate en curso entre los científicos sobre cómo se originan estos energéticos relámpagos. Los nuevos estudios proponen que los 'superbolts' suelen ser el resultado de eventos raros de nube a tierra con carga positiva, en lugar de los eventos de nube a tierra con carga negativa más comunes característicos de la mayoría de los rayos.
Los superbolts, reportados por primera vez en 1977 sobre la base de mediciones de brillo óptico realizadas por el satélite Vela, se describieron inicialmente como relámpagos 100 veces más brillantes que los rayos típicos. Desde entonces, sin embargo, los científicos han debatido si estas observaciones representan fenómenos distintos de los rayos ordinarios. El ángulo de visión de un satélite, por ejemplo, podría afectar el brillo observado de un rayo.
"Cuando vea un relámpago desde el espacio, se verá mucho más tenue que si lo viera desde el nivel del suelo porque las nubes bloquean parte de la luz", dijo Peterson.
Los nuevos estudios complementan el informe de 1977. Un estudio utilizó datos capturados por el Geostationary Lightning Mapper, un detector en un satélite que permanece centrado en las Américas, desde enero de 2018 hasta enero de 2020. Los autores sumaron las señales detectadas en el sensor similar a una cámara para calcular el brillo total de los relámpagos.