Puesta de sol en el mar - PIXABAY
MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los océanos antiguos de la Tierra probablemente eran mucho más salados de lo que son hoy, según un nuevo estudio que puede mejorar nuestra comprensión de cómo evolucionó la vida en el planeta.
El profesor de Ciencias de la Tierra y planetarias de Yale, Jun Korenaga, y el estudiante de posgrado Meng Guo, sugieren que durante los primeros 500 millones de años de existencia de la Tierra, sus océanos pueden haber contenido un nivel de sal tan alto como 7,5%. Los océanos de hoy, en comparación, contienen aproximadamente un 2,5% de sal.
Las estimaciones anteriores de la salinidad de los primeros océanos, todas basadas en datos indirectos, habían oscilado entre el nivel actual y diez veces superior.
"Este es solo el comienzo de descifrar la química del océano primitivo, ya que hay muchas otras incógnitas, pero ahora tenemos una base sólida sobre la que construir", dijo Korenaga en un comunicado.
El estudio aparece en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Korenaga y Guo comenzaron su investigación con una pregunta más amplia y fundamental en mente. Querían saber cuánto material halógeno estable --elementos como flúor, cloro (que se encuentra en la sal), bromo y yodo que, cuando reaccionan con los metales, producen una variedad de sales-- existe en la Tierra.
Los halógenos desempeñan un papel fundamental en algunos de los procesos más básicos relacionados con la formación y evolución del planeta, incluida la forma en que interactúan la atmósfera, los océanos y el manto rocoso de la Tierra. La presencia de halógenos en el agua de mar es particularmente importante, debido a la naturaleza esencial de los océanos para hacer posible la vida en la Tierra.
"La química del agua de mar dicta no solo la acidez del océano, sino también la forma en que el dióxido de carbono se divide entre la atmósfera y el océano", dijo Guo.
Hasta ahora, las estimaciones de la abundancia global de halógenos se han basado en la suposición de que la proporción de ciertos elementos en la corteza y el manto (la capa rocosa de 3.000 kilómetros de espesor de la Tierra) se ha mantenido constante durante el derretimiento y la cristalización, y estas estimaciones se han mantenido sugirió que la mayoría de los halógenos existen cerca de la superficie.
Korenaga y Guo dicen que ese no es el caso. Crearon un nuevo método para estimar los niveles globales de halógenos, basado en una nueva herramienta algorítmica y la ciencia más reciente sobre cómo otros elementos circulan a través de la superficie y las capas interiores de la Tierra.
Su nuevo hallazgo sugiere que el cloruro y otros halógenos habían sido expulsados en gran parte del interior del planeta durante los primeros 500 millones de años de la Tierra, acercándolos a la superficie costrosa de la Tierra y a los océanos, y luego reciclaron la mayoría de ellos nuevamente en el manto.
"Nuestro hallazgo es completamente opuesto a la sabiduría convencional", dijo Korenaga.