Imagen al microscopio óptico de materia orgánica marina recogida con una red de plancton en el suroeste del océano Índico. - TRACY AZE, UNIVERSITY OF LEEDS
MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las partículas minerales desempeñaron un papel clave en el aumento de los niveles de oxígeno en la atmósfera de la Tierra hace miles de millones de años.
Esti tuvo importantes implicaciones para la evolución posterior de la vida inteligente, según una nueva investigación de la Universidad de Leeds publicada en la revista 'Nature Geoscience'.
Hasta ahora, los científicos sostenían que los niveles de oxígeno aumentaban como resultado de la fotosíntesis de algas y plantas en el mar, donde se producía oxígeno como subproducto y se liberaba a la atmósfera, pero los investigadores afirman ahora que la teoría de la fotosíntesis no explica totalmente el aumento de los niveles de oxígeno.
En su estudio, los investigadores sostienen que cuando las algas y las plantas murieron, habrían sido consumidas por microbios, un proceso que toma oxígeno de la atmósfera. Como resultado, la cantidad de oxígeno atmosférico era un equilibrio entre lo que se producía a través de la fotosíntesis y lo que se perdía como resultado de la descomposición de las plantas y algas muertas.
Para que los niveles de oxígeno atmosférico aumentaran, los científicos afirman que el proceso de descomposición debió ralentizarse o detenerse. Esto ocurrió mediante lo que se conoce como preservación mineral-orgánica del carbono, en la que los minerales de los océanos, en particular las partículas de hierro, se adhieren a las algas y plantas muertas e inhiben su descomposición. El resultado global es que los niveles de oxígeno pudieron aumentar sin obstáculos.
Caroline Peacock, catedrática de Biogeoquímica de la Escuela de la Tierra y el Medio Ambiente de Leeds, que dirigió la investigación, recuerda que "los científicos saben desde hace muchos años que las partículas minerales pueden unirse a las algas y plantas muertas, haciéndolas menos susceptibles al ataque de los microbios y protegiéndolas del proceso de descomposición, pero nunca se había comprobado si las partículas minerales ayudaban a impulsar el aumento del oxígeno atmosférico".
Los investigadores se propusieron contrastar su teoría con acontecimientos geológicos conocidos en los que era probable que los niveles de partículas minerales fueran más elevados, por ejemplo, cuando se formaron los continentes, lo que dio lugar a una mayor masa terrestre de la que habrían volado o sido arrastrados a los océanos minerales, incluidas partículas de hierro.
Por ejemplo, en el Gran Evento de Oxidación de hace 2.400 millones de años se produjo un aumento de los niveles de oxígeno en la atmósfera. Esto coincidió con la formación gradual de los continentes, lo que habría provocado que una mayor cantidad de partículas minerales fluyeran hacia los océanos.
El doctor Mingyu Zhao, que realizó el estudio en Leeds y que ahora está en la Academia China de Ciencias de Pekín, apunta que "el aumento de partículas minerales en los océanos habría reducido el ritmo de descomposición de las algas. Esto tuvo un gran impacto en los niveles de oxígeno, permitiendo que aumentaran".
El aumento del oxígeno atmosférico tuvo importantes ramificaciones en el desarrollo de la vida y dio lugar a la evolución de organismos cada vez más complejos, que pasaron de habitar en el agua a vivir en la tierra.
Para el profesor Peacock, el estudio no sólo aporta una mayor comprensión del modo en que se oxigenó la atmósfera terrestre, sino que también permite vislumbrar las condiciones necesarias para que se desarrolle vida compleja en otros planetas.
"Nuestra investigación está proporcionando una nueva comprensión de cómo la atmósfera de la Tierra se volvió rica en oxígeno, lo que finalmente permitió la evolución de formas de vida complejas --destaca--. Esto nos da una idea importante de las condiciones que deben darse en otros planetas para que se desarrolle la vida inteligente".
"La existencia de agua en un planeta es sólo una parte de la historia. Es necesario que haya tierra seca para proporcionar una fuente de partículas minerales que acaben en los océanos", concluye.