Ol Doinyo Lengai es un volcán activo de Tanzania que expulsa lava muy fluida, que parece petróleo negro o espuma marrón. Cuando se enfría, la lava se vuelve blanca. - D. SARAH STAMPS.
MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
Por primera vez se ha detectado y rastreado cómo el terreno circundante de un volcán se hincha como un globo comprimido cuando está a punto de entrar en erupción.
Se trata de un movimiento de corta duración denominado técnicamente 'deformación transitoria' y geocientificos de Virginia Tech lo han observado en imágenes satelitales de Ol Doinyo Lengai, un volcán activo de Tanzania. Publican resultados en Geophysical Research Letters.
Según el estudio, el aumento de la presión dentro del depósito de magma de un volcán puede hacer que el terreno se abulte. Cuando la presión disminuye, el depósito se desinfla de nuevo y el terreno vuelve a caer.
"Hemos podido detectar el movimiento transitorio en la actividad volcánica, y esto es un precursor de cualquier tipo de erupción", dijo en un comunicado Ntambila Daud, un estudiante de posgrado que trabaja con la profesora asociada D. Sarah Stamps en el Laboratorio de Geodesia y Tectonofísica de Virginia Tech. "Esta investigación podría ayudar a las autoridades de Tanzania a tener una mejor idea de lo que está sucediendo con el volcán".
El volcán Ol Doinyo Lengai de Tanzania (que significa "montaña de Dios" en lengua masái) es el único volcán activo del mundo que produce lava carbonatita, que tiene una coloración inusual: al erupcionar es negra o gris, pero al enfriarse adquiere un color blanco hueso. Las erupciones representan una amenaza constante para las comunidades circundantes y comprometen el turismo y el tráfico aéreo en la zona.
Los registros de las erupciones del Ol Doinyo Lengai se remontan a la década de 1880. Desde entonces, el volcán ha estado activo periódicamente. Las observaciones fueron irregulares hasta 2016, cuando el equipo de Virginia Tech instaló seis sensores en los flancos del volcán para recopilar datos geodésicos de alta precisión tomados de los Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS). Esos datos y productos de datos permiten a un investigador medir y comprender mejor la forma geométrica de la Tierra. Además, un sismómetro en el lugar monitorea los temblores y la hinchazón localizados alrededor del volcán.
Usando los flujos de datos del GNSS, Daud creó modelos informáticos que detectan posibles señales volcánicas en el Ol Doinyo Lengai debido a cambios en el depósito de magma. El equipo evaluó siete años de datos GNSS continuos en busca de señales transitorias y encontró una rápida elevación que abarcó desde marzo de 2022 hasta diciembre de 2022 y luego una elevación en estado estable hasta agosto de 2023.
"Si la diferencia entre los datos y el patrón esperado es tres veces mayor, indica una deformación transitoria en el movimiento de la superficie", dijo Daud. "Esto podría indicar una erupción inminente y ayudar a pronosticar erupciones".
Además de servir como un posible sistema de alerta temprana para las comunidades que rodean Ol Doinyo Lengai, esta técnica se ha aplicado a otros volcanes como la caldera de Long Valley en California y el volcán Akutan de Alaska.
"El enfoque que Daud utilizó en este artículo proporcionó importantes avances en nuestra comprensión del sistema dinámico de tuberías de magma de Ol Doinyo Lengai", dijo Stamps.