MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cuando las ballenas rorcual se alimentan, se lanzan a través del agua con la boca abierta, ingiriendo enormes porciones de sus diminutas presas suspendidas en un gran volumen de agua.
En el proceso, sus bocas experimentan enormes fuerzas físicas. Ahora, los investigadores han descubierto cómo las ballenas hacen esto sin ni siquiera atragantarse, según publican un informe en la revista 'Current Biology'.
"Descubrimos una estructura en los rorcuales comunes, que probablemente existe en todas las ballenas que se alimentan en embestida, o rorcuales --explica en un comunicado Kelsey Gil, de la Universidad de Columbia Británica en Canadá--. La hemos denominado 'tapón oral' y hemos descubierto que bloquea el canal entre la boca y la faringe. Significa que cuando una ballena arremete, la entrada a la faringe y, por lo tanto, el tracto respiratorio están protegidos".
Dado que casi toda el agua que entra en la boca durante una embestida es filtrada antes de que su presa sea tragada, añade que el tapón oral de las ballenas también impide que la presa mezclada con agua sea forzada a entrar en la faringe y bajar por el esófago durante una embestida.
Antes de que Gil y sus colegas empezaran a trabajar, se conocía bien la mecánica de la alimentación por embestida, pero no se sabía mucho sobre cómo se manipulan y tragan presas como el krill después de una embestida.
También se conocía la anatomía general de la laringe, un órgano hueco que forma un pasaje de aire hacia los pulmones y alberga las cuerdas vocales, y los científicos tenían alguna información sobre cómo la laringe de las ballenas produce el sonido. Pero no sabían gran cosa sobre el resto de la faringe, la unión crítica entre los tractos respiratorio y digestivo, ni sobre lo que ocurre cuando una ballena traga.
"Es imposible estudiar esto en una ballena viva, así que nos basamos en tejidos de ballenas fallecidas y utilizamos la morfología funcional para evaluar la relación entre una estructura y su función", explica Gil.
Los investigadores examinaron detenidamente la anatomía de la ballena, tanto intacta como diseccionando cuidadosamente la faringe. Manipularon las distintas estructuras para ver cómo se movían. También observaron la dirección de las fibras musculares para entender cómo se moverían cuando los músculos se contraen y acortan.
"El tapón bucal forma parte del paladar blando, por lo que, teniendo en cuenta simplemente la anatomía macroscópica, sólo hay una dirección en la que debería moverse --dice--. Cuando ese tapón oral se desplaza hacia atrás y hacia arriba para bloquear las fosas nasales, significa que no puede haber ninguna otra estructura en ese mismo lugar por debajo de las fosas nasales. Esto nos obligó a examinar entonces la laringe, ya que ese lugar es donde esperaríamos ver la laringe durante la respiración, pero no puede estar en esa posición durante la deglución".
En cambio, explica, la laringe se sitúa en el suelo de la faringe, donde los cartílagos laríngeos se cierran para protegerla. Un saco muscular unido a la parte inferior de la laringe es forzado hacia arriba en la cavidad laríngea para bloquear completamente el tracto respiratorio inferior.
Los resultados también muestran que la faringe de los rorcuales -y probablemente de todos los rorcuales- sólo puede ser utilizada por el tracto respiratorio o el digestivo a la vez. Curiosamente, según los investigadores, no se ha descrito ninguna estructura como el tapón oral en ningún otro animal.
"Hay muy pocos animales con pulmones que se alimenten engullendo presas y agua, por lo que el tapón oral es probablemente una estructura protectora específica de los rorcuales que es necesaria para permitir la alimentación en embestida", resalta Gil.
Los hallazgos recuerdan que todavía hay muchas incógnitas sobre las ballenas. El equipo de Gil tiene previsto seguir estudiando con más detalle la faringe de los rorcuales y las ramificaciones de los tractos respiratorio y digestivo que entran y salen de ella.