SANTANDER 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los trabajos que desarrollan investigadores de la Universidad de Cantabria (UC) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) al Oeste de la ciudad siria de Homs están aportando datos que podrían contribuir a cambiar algunas visiones sobre el nacimiento y extensión de los asentamientos de agricultores y ganaderos durante el Neolítico.
El inicio de la agricultura y la ganadería se localiza en el Próximo Oriente, pero hasta ahora los datos y yacimientos conocidos lo centraban en las regiones en torno a los ríos Éufrates y Jordán. En cambio, había un "vacío" sobre la zona intermedia entre ambos ríos, que es en la que se centran las investigaciones del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas (IIIP) de la UC y el CSIC, que trabajan en colaboración con socios de Siria y Líbano.
Los hallazgos encontrados hasta el momento por este equipo hacen pensar que el inicio de la agricultura y la ganadería no fue un fenómeno asociado a "grupos concretos" que después se fue extendiendo, sino un fenómeno más complejo que implica a grupos "mucho más amplios" de distintas regiones que fueron "interactuando e intercambiando conocimientos y experiencias".
Según explicó en rueda de prensa el investigador Jesús González Urquijo, sería por tanto un proceso "más largo" en el tiempo, probablemente desarrollado en un periodo de entre 5.000 y 6.000 años, con raíces más antiguas y también con mayor extensión geográfica.
Esto, en palabras del director español del proyecto, Juan José Ibáñez, supone pasar de una explicación basada en la existencia de una "invención genial de un pequeño grupo" que después lo transmite, "a una especie de magma u origen basado en el intercambio de experiencias en una amplia zona geográfica".
Ambos investigadores expusieron hoy en rueda de prensa los resultados de las labores realizadas durante este año en el proyecto de investigación en Siria. El equipo que trabaja en la zona plantea sus líneas de investigación en tres sentidos: los últimos cazadores-recolectores, los primeros agricultores, y los grupos ya plenamente campesinos.
HALLAZGOS
Los hallazgos de 2009 comentados por Ibáñez y González Urquijo corresponden a esta tercera línea de investigación y a uno de los yacimientos en los que trabajan, el de Tell al Marj, que data de hace 8.000 años y en el que han encontrado las primeras evidencias de poblados bien estructurados en esta zona.
Así, en este yacimiento se observa ya una organización urbanística "bastante cuidada". Se han localizado casas cuadradas con muros de piedra, en algunos casos con pavimento de piedra y tierra batida, y también se ha encontrado una vivienda reconstruida hasta tres veces.
Junto a esa estructura ya más avanzada de las edificaciones, también se han hallado piezas que revelan comportamientos simbólicos ligados a los grandes bóvidos (uros, vacas y toros). En concreto, se ha encontrado una figurita de barro cocido que representa un toro, y en el basamento de una casa apareció un fosa con un cráneo de toro dentro, una simbología presente en otros yacimientos del Próximo Oriente.
Otros de los restos encontrados revelan la existencia de una organización socioeconómica bastante compleja con comercio a muy larga distancia. Por ejemplo, se han hallado útiles elaborados con obsidiana, un tipo de roca volcánica procedente de Anatolia, a 500 kilómetros del yacimiento. Además, las excavaciones han sacado a la luz un sello de arcilla cocida que se cree que se podía utilizar en algún tipo de control administrativo sobre los excedentes almacenados.
Lo que no se ha podido interpretar todavía es la razón del hallazgo de gran cantidad de armamento en los niveles finales del asentamiento, sobre todo puntas de flecha de piedra y jabalinas. Los investigadores piensan que se puede deber a la existencia de conflictos intergrupales, pero aún no han podido confirmarlo.
PROYECTO
Juan José Ibáñez destacó que los resultados en éste y otros yacimientos sirios en los que trabajan la UC y el CSIC están siendo "muy positivos" y van a "completar y cambiar" la visión de los primeros grupos de agricultores y ganaderos.
Los trabajos de la UC y el CSIC en Siria se centran en dos áreas: la zona en la que trabajan en colaboración con la Dirección de Antigüedades de Siria y la Universidad Sant Joseph de Beirut; y otro proyecto al Sur del país con un equipo francés.
El proyecto con Siria y Líbano lleva ya varios años de andadura. En el periodo 2004-2007 se analizó la zona en busca de yacimientos y las excavaciones comenzaron en 2008. Se trabaja en yacimientos de los últimos grupos de cazadores y de las primeros agricultores para analizar cómo y por qué se produjo el cambio. En el futuro se seguirá trabajando en el yacimiento de Tell al Marj, pero también se incidirá más en las otras dos líneas de trabajo.