MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las hormigas no sólo recogen información a través de sus antenas, sino que también las utilizan para transmitir señales sociales, a modo de sistema de comunicación bidireccional.
Biólogos de la Facultad de Biociencias de la Universidad de Melbourne analizaron el comportamiento y la química superficial de cientos de hormigas para examinar cómo interactuaban.
El punto clave fue el uso y función de los hidrocarburos cuticulares (CHC) - una capa de acumulación de cera que cubre el cuerpo de la hormiga y la de muchos otros insectos, como abejas, avispas, moscas y escarabajos.
Los CHC son un grupo de compuestos químicos de usos múltiples que no sólo protegen a los animales de la deshidratación, sino que también forman una parte crucial de su caja de herramientas de comunicación. Las hormigas utilizan estos productos químicos para identificar si el otro es un amigo o enemigo.
De acuerdo con la investigación, cuando los CHC fueron retirados solo de las antenas de la hormiga, sus oponentes ya no eran capaces de reconocer la identidad de su colonia. Esto nos dice que los CHC en las antenas proporcionan información acerca de qué nido se procede.
"Las antenas de una hormiga son sus principales órganos sensoriales, pero hasta ahora nunca se había reconocido que también podrían utilizarse para enviar información", dijo el estudiante de doctorado Qike Wang. El estudio se publica en Proceedings.
Hace más de 125 años, el famoso entomólogo Auguste Forel eliminó las antenas de cuatro especies de hormigas por completo y las puso juntas. En lugar de luchar entre sí, las hormigas se acurrucaron juntas antinaturalmente y de forma totalmente pacífica, dijo Wang.
"El experimento de Forel nos habló de antenas que se utiliza para recibir señales químicas, pero nuestra investigación sugiere que son también una fuente de señales químicas", explicó Wang.