MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
La superficie de la capa de hielo ártica que se alcanzará tras el deshielo propio del verano podría ser la sexta más reducida desde que se tienen registros, mientras que la Antártida alcanzará extensiones máximas este año, según ha informado la NASA.
Además, los datos recogidos a través de satélites desde 1978 indican que los diez valores más bajos registrados en el Ártico se han producido en la última década. Lo que demuestra, según uno de los investigadores del proyecto, Walt Meier, que la tendencia a largo plazo es "muy baja".
En concreto, a 21 de agosto de 2013 la extensión de hielo ártico era de 5.830.000 kilómetros cuadrados, en comparación con el mínimo de la serie, dado el año pasado, de 4.340.000 kilómetros cuadrados -- un 50 por ciento más reducida que la media entre 1979 y 2010--, y el máximo, en 1996, de 8.200.000 kilómetros cuadrados.
La organización ha cuantificado a partir de esta información que, en más de 30 años, la capa de hielo septemtrional se reduce un 14,1 por ciento cada década, aunque a partir de 2007 se registró un empeoramiento de la tasa.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Por otro lado, en el lado opuesto del planeta, el mar de hielo del Antártico, que está en su ciclo de crecimiento anual --allí es invierno--, abarcaba 19.300.000 kilómetros cuadrados el pasado 21 de agosto, superior a los 18.330.000 kilómetros cuadrados de 2012 en las mismas fechas, por lo que se prevé que alcance su máximo histórico este año.
La organización indica que la velocidad a la que el Ártico está perdiendo hielo marino supera la velocidad a la que el hielo marino de la Antártida se está expandiendo.
En este sentido, identificar por qué se dan fenómenos tan contrarios, es objeto de estudio en la actualidad.