MADRID 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio llevado a cabo por científicos del Instituto Smithsoniano y Chile ha determinado que las algas tóxicas son las causantes de los varamientos masivos de ballenas, un suceso que era una incógnita desde hace millones de años.
Según han explicado los autores, el trabajo se ha realizado examinando un gran yacimiento de fósiles de antiguos esqueletos de mamíferos marinos en el desierto chileno de Atacama, que es el primer ejemplo de repetición de varamientos masivos en el registro fósil. Concretamente, el sitio refleja cuatro varamientos distintos en el tiempo, lo que indica una causa repetida y similar.
El sitio fue descubierto por primera vez en un proyecto de ampliación de la Carretera Panamericana en 2010. Al año siguiente, los paleontólogos examinaron los fósiles y documentó los restos de 10 tipos de vertebrados marinos en el lugar, conocido como 'Cerro Ballena'.
Además de los esqueletos de las más de 40 grandes ballenas que dominan el lugar, el equipo documentó los restos de una especie de cachalote y la de ballena-morsa, ambos extinguidos. También encontraron esqueletos de peces picudos, focas y osos perezosos acuáticos.
Sin embargo, lo que más intrigó al equipo fue cómo se organizaron los esqueletos, que están preservados en cuatro niveles diferentes. Para los expertos, esto apunta a una causa subyacente repetida y similar. La orientación y condiciones de los esqueletos indicaron que los animales murieron en el mar, antes del entierro, por el efecto de algas tóxicas.
Hoy en día, las toxinas de floraciones de algas nocivas, como las mareas rojas, son una de las causas frecuentes de varamientos masivos, que incluyen una amplia variedad de grandes animales marinos. "Hay unos pocos ejemplos modernos de peso que ofrecen excelentes análogos para los patrones que se observan en 'Cerro Ballena', ha apuntado el científico Nicholas Pyenson.
"La proliferación de algas dañinas en el mundo moderno pueden atacar una variedad de mamíferos marinos y grandes peces depredadores. La clave para nosotros fue su carácter repetitivo en 'Cerro Ballena'", ha añadido.
De su investigación, que ha sido publicada en 'Royal Society B', los científicos concluyen que las toxinas generadas por las floraciones de algas nocivas envenenaron probablemente a muchos vertebrados en alta mar, cerca de Cerro Ballena, a finales del Mioceno (hace 5 hasta 11 millones años) a través de la ingestión de presas o inhalación contaminada, causándoles una muerte relativamente rápida.
Posteriormente, sus cadáveres flotaron hacia la costa y, una vez varada en la marisma, estos animales muertos o moribundos fueron protegidos de carroñeros marinos. Además, según los expertos, no hubo grandes carroñeros de tierras en América del Sur en este momento. Con el tiempo, los cadáveres fueron enterrados por la arena, de ahí que se hayan encontrado las cuatro capas de fósiles.
Al parecer, las cuatro ocasiones en que se produjo este suceso lo hicieron en un periodo de entre 10.000 y 16.000 años, todo en la misma zona. "'Cerro Ballena' es el sitio con más restos fósiles de ballenas y otros mamíferos marinos extintos en el mundo entero, es una increíble y rara instantánea de antiguos ecosistemas marinos a lo largo de la costa de América del Sur", ha destacado Pyenson.