El calentamiento abrirá rutas marítimas en el Ártico central

Rompehielos
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Actualizado: lunes, 4 marzo 2013 22:12

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las rutas de navegación a través del Océano Ártico no dejarán el Canal de Suez y canales de Panamá fuera del negocio en el corto plazo, pero el calentamiento global hará de estas rutas heladas mucho más accesibles que nunca por la fusión de una cantidad sin precedentes de hielo marino durante el verano tardío, según demuestran investigaciones de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA).

"El desarrollo es a la vez emocionante desde el punto de vista del desarrollo económico y preocupante en términos de seguridad, tanto para el medio ambiente del Ártico como para los propios barcos", dijo el investigador principal, Laurence C. Smith, profesor de Geografía en la Universidad de California (Estados Unidos).

La investigación, publicada en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', explora la accesibilidad durante el mes del Ártico más navegable del año, septiembre y se basa en pronósticos climáticos independientes para los años entre el 2040 y el 2059. Según los científicos, a mediados de siglo, hasta los buques de transporte ordinarios podrán navegar partes anteriormente inaccesibles del Océano Ártico y no será necesario romper el hielo para abrirse camino como lo hacen hoy en día.

"Estamos hablando de un futuro en el que los buques en aguas abiertas serán, al menos durante algunos años, capaces de navegar sin escolta a través del Ártico, que en este momento es inconcebible", dijo el coautor Scott R. Stephenson, del Departamento de Geografía de la UCLA. Así, resulta sorprendente que la capa de hielo del Ártico se haga delgada hasta el punto de romperse el hielo polar para que se pueda navegar entre los océanos Pacífico y Atlántico de forma directa sobre el Polo Norte, predicen Smith y Stephenson.

"Nadie ha hablado de envíos por la parte superior del Polo Norte. Es una posibilidad totalmente inesperada", dijo Smith. La ruta directamente sobre el Polo Norte es un 20 por ciento menor que por el tráfico de carril de la Ruta del Mar del Norte, que bordea la costa de Rusia. Para los buques que viajan entre Rotterdam, en los Países Bajos, y Yokohama, Japón, la Ruta del Mar del Norte es un 40 por ciento más corta que la tradicional a través del Canal de Suez.

Incluso el legendario Paso del Noroeste, que remonta la costa de Canadá y ofrece la ruta más directa desde Asia hasta el este de Canadá y la parte más nororiental de Estados Unidos, se espera que sea más viable para los buques Polar Clase, un tipo común de barco que se ha reforzado contra el hielo, y posiblemente incluso embarcaciones con cascos reforzados, los cuales constituyen la mayor parte de la flota comercial del mundo.

Hoy en día, el Paso del Noroeste en teoría es navegable sólo uno de cada siete años, en promedio, por lo que es muy poco fiable para ser una opción para los transportistas comerciales, según los investigadores. Pero a mediados de siglo, el hielo marino se derrite en septiembre hasta el punto de que se puede acceder cada dos años, por lo que elegir si se debe enviar a través de ese paso se puede convertir en una decisión al azar, según Smith. Las predicciones, sin embargo, no prevén el acceso más allá de finales de verano.

Durante siglos, el Océano Ártico ha capturado la imaginación de los exploradores debido a la posibilidad que ofrece de viajar entre el Pacífico y el Atlántico a través del estrecho de Bering, pero hasta hace poco, el hielo marino ha bloqueado el acceso directo potencial entre Asia y América del Norte o Europa. Sin embargo, en los últimos dos años, el hielo ha comenzado a derretirse a finales del verano hasta el punto de que incluso los buques marítimos comunes, aunque con escoltas, han sido capaces de entrar en sus aguas heladas. En el verano de 2012, un total de 46 viajes cruzaron la Ruta del Mar del Norte.

UN CONFLICTO PARA EEUU Y CANADÁ

Para llegar a sus predicciones, Stephenson y Smith estudiaron estas nuevas rutas de navegación y el grado de derretimiento del hielo que los ha hecho posibles. Luego tomaron los resultados de siete pronósticos respetados de la cubierta de hielo marino en el Ártico y un promedio de las predicciones para la extensión de la capa de hielo del Ártico en septiembre, históricamente el mes en que el océano tiene la menor cantidad de la cobertura de hielo, por cada año entre 2040 y 2059.

Los investigadores tuvieron en cuenta dos escenarios de cambio climático: uno que supone un incremento del 25 por ciento de las emisiones globales de carbono, que en general se espera que produzcan un aumento medio-bajo de las temperaturas, y otro que supone un incremento adicional del 10 por ciento de las emisiones, lo cual es espera que produzca un mayor incremento de las temperaturas. Para su sorpresa, los cambios en la accesibilidad fueron igualmente dramáticos en ambos escenarios.

"No importa cuál ea el escenario de emisiones de carbono considerado, a mediados de siglo habremos pasado por un punto de inflexión decisivo, el hielo marino será lo suficientemente delgado para permitir romper el hielo moderadamente y ser capaces de ir a donde se quiera", dijo Smith.

Las proyecciones de mediados de siglo puede parecer lejano si se compara con el tiempo de vida de los adultos que viven hoy en día, reconocen los investigadores, quienes explican que las proyecciones tienen implicaciones para la construcción, adquisición de los recursos naturales y el establecimiento de la jurisdicción de las rutas de navegación.

Canadá, por ejemplo, ha mantenido durante mucho tiempo que el paso del noroeste está bajo la soberanía de Canadá, mientras que Estados Unidos mantiene que es un estrecho internacional. Mientras que el pasaje era esencialmente innavegable, el tema era discutible, pero el aumento de la accesibilidad podría llevar a Estados Unidos a una disputa con su vecino del norte, advierten estos científicos.

La viabilidad creciente de las rutas de navegación a través del Ártico también es probable que aumente la presión sobre Estados Unidos para ratificar la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Algunas rutas de navegación recientemente accesibles pasarían a través de las aguas sobre las que Estados Unidos podría hacer reclamos de soberanía internacionalmente aceptadas si lo ratifica el tratado, dijeron los investigadores.

Así, los países que reclaman soberanía son capaces de establecer normas para los buques que pasan por sus aguas. Rusia, que controla la Ruta del Mar del Norte, actualmente exige a las compañías navieras pagar honorarios para los buques de escolta que acompañan a sus flotas. Las rutas de navegación sin precedentes que se espera se abran podrían permitir a las compañías navieras dejar de lado estas tasas de escolta y otras regulaciones rusas.