MADRID 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El calor anómalo en Rusia y las inundaciones en Pakistán tienen una causa común: cambios en las denominadas corrientes en chorro a gran altura en la atmósfera, según considera el meteorólogo Mike Blackburn de la Universidad británica de Reading.
Las corrientes en chorro (jet stream) atmosféricas son flujos serpentinos de vientos muy fuertes a la altura de 7 a 16 kilómetros, según explicó el científico. Su velocidad es diez veces mayor que las velocidades de los vientos terrestres.
Los corrientes que avanzan del oeste al este, pueden oscilar del norte al sur formando las denominadas olas Rossby (Rossby wave) parecidos a meandros de río o pétalos.
Así, señala que en las últimas dos semanas meteorólogos registraron cambios poco habituales en las corrientes en chorros. De este modo, sus olas, que suelen desplazarse al este, alterando la situación meteorológica en general, a mediados de julio se estancaron lo que impidió el flujo de los sistemas meteorológicos normalmente corredizos y creó condiciones favorables a las catástofes naturales.
En Pakistán, señala que el fenómeno atmosférico coincidió con el monzón estival que por la ola estancada por la corriente en chorro llevó más pecipitaciones al norte del país lo que se tradujo en enormes inundaciones, las peores en los últimos 80 años.
Por otra parte, un recodo de la corriente estancada encima de Rusia proporcionó un permanente influjo del aire caliente y seco desde África y conllevó un calor anómalo. Se desconocen todavía las cáusas que hacen estancar las olas Rossby.
Según Blackburn, en los últimos tres años, el fenómeno se ha hecho muy frecuente, a él se atribuyen, en particular, las fuertes inundaciones en Gran Bretaña y un calor anómalo en Europa en 2007.