MADRID 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El impacto del aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera de la Tierra causará efectos imparables en el clima de la Tierra por lo menos durante los próximos 1.000 años. Un grupo de investigadores ha pronosticado además un colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental para el año 3.000 y un eventual aumento en el nivel global del mar de al menos cuatro metros.
El estudio, que se publica en la edición digital de Nature Geoscience, incluye la primera simulación completa de los modelos climáticos para hacer predicciones a 1.000 años. Se basa en el mejor de los casos, con escenarios de "cero emisiones" determinados por un equipo de investigadores del Centro Canadiense de Modelización y Análisis del Clima y la Universidad de Calgary.
"Hemos creado una serie de escenarios", explia el doctor Shawn Marshall, profesor de Geografúa y miembro de la Cátedra de Investigación en Cambio Climático y la Universidad de Calgary. "¿Qué pasaría si dejo de usar por completo los combustibles fósiles y no pongo más CO2 en la atmósfera? ¿Cuánto tiempo tomaría entonces revertir las actuales condiciones climáticas?", explicó. El equipo de investigación exploró los escenarios de emisiones cero a partir de 2010 y en 2100.
El hemisferio norte va mejor que el sur en las simulaciones por ordenador, con los patrones del cambio climático invertidos en el plazo de 1.000 años en lugares como Canadá. Al mismo tiempo, partes de África del Norte sufren desertificación y el océano se calienta por encima de 5 grados fuera de la Antártida, lo que hace probable que se desencadene un colapso generalizado de la capa de hielo de la Antártida Occidental, una región del tamaño de las praderas canadienses.
Los investigadores creen que una de las razones de la variabilidad entre el Norte y el Sur es el lento movimiento de agua de los océanos desde el Atlántico Norte en el Atlántico Sur. "El océano mundial y las partes del hemisferio sur tienen una inercia mucho mayor, de modo que el cambio se produce más lentamente", dice Marshall.
"La inercia de las corrientes oceánicas intermedias y profundas de conducción en el Atlántico Sur hace que los océanos sólo ahora están comenzando a calentarse como resultado de las emisiones de CO2 del siglo pasado. La simulación mostró que el calentamiento continuará en lugar de detenerse o revertir en una escala de tiempo de 1.000 años".
Las corrientes de viento en el Hemisferio Sur también podrían tener un impacto. Marshall dice que los vientos globales en el sur tienden a fortalecerse y se mantendrán fuertes. "Esto aumenta la mezcla en el océano, con lo que llegará más calor de la atmósfera hacia el océano".
Los investigadores comenzarán ahora a investigar más profundamente el impacto de la temperatura ambiente en la temperatura del océano para ayudar a determinar la velocidad a la que la Antártida Occidental podría desestabilizar y cuánto tiempo puede tomar que se disuelva completamente en el agua.