MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) - Una especie de imanes flexibles ha sido desarrollada a través de unas gotas de líquido magnéticas, logrando que materiales hasta ahora exclusivamente duros y rígidos también pueden ser blandos. En un artículo en 'Science' de esta semana, un equipo liderado por el científico de materiales Thomas Russell, de la Universidad de Massachusetts Amherst, explica la forma sencilla que utilizaron para transformar ferrofluidos paramagnéticos: simples partículas de metal en suspensión en un estado magnético. Estas nuevas gotas de líquido ferromagnético "representan un hito para un mayor desarrollo de los materiales magnéticos", asegura Russell en un comunicado. Sus aplicaciones podrían llevar a una clase revolucionaria de dispositivos líquidos imprimibles para una variedad de aplicaciones, desde células artificiales que brindan terapias dirigidas contra el cáncer hasta robots líquidos flexibles que pueden cambiar su forma para adaptarse a su entorno. Esto significa que al aplicar un campo magnético externo, los científicos pueden controlar los dispositivos líquidos fabricados de esta manera, como agitar la varita de Harry Potter, sugiere, "lo que abre áreas prometedoras de investigación y aplicación como actuadores líquidos, robótica líquida y suministro de materia activa". Como explica el científico del polímero, el equipo utilizó nanopartículas de óxido de hierro en una mezcla especial de polímero y aceite para transformar el ferrofluido paramagnético en el estado ferromagnético a temperatura ambiente. Debido a las interacciones de la mezcla de nanopartículas y polímeros, la gota ultra suave resultante tiene propiedades magnéticas similares a los imanes sólidos pero con características líquidas. A escala nanométrica, los materiales ferromagnéticos tradicionales se vuelven magnéticos solo en presencia de un campo magnético. Sobre la base de estas propiedades físicas especiales, los ferrofluidos ya se utilizan en dispositivos eléctricos, aplicaciones médicas, ingeniería mecánica e investigación de materiales, señala. Russell, quien también es profesor visitante en el Laboratorio Nacional de Berkeley, agrega que la técnica amplía el conocimiento científico de los materiales magnéticos y debería alentar la investigación sobre el mecanismo profundo de cómo se forman los imanes líquidos. "Esto facilitará el desarrollo de instrumentos relativamente avanzados y nuevas teorías materiales --predice--. Estos sorprendentes materiales magnéticos líquidos atraerán la atención en biología, física y química". Hace mil años, reflexiona, los viajeros europeos utilizaron brújulas hechas de magnetita excavada en la Tierra para explorar y descubrir nuevos continentes. Durante siglos, las personas aprendieron a construir dispositivos magnéticos inteligentes para mejorar la calidad de vida. "A tales saltos en la ciencia y la tecnología siempre les sigue una aparición repentina de un nuevo material o teoría", señala Russell. Él y sus colegas esperan que las nuevas gotitas de líquido ferromagnético reconfigurable que describen ofrezcan más posibilidades de este tipo, como la robótica de líquidos accionada magnéticamente, los recipientes de líquidos para suministrar materia activa y la tecnología de la información con patrones de gotas de líquido programables.