MADRID 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos ingleses han conseguido crear combustible a partir de residuos procedentes de los cultivos de las más de dos millones de toneladas de plátanos que se producen anualmente en Ruanda, descubriendo métodos simples para generar briquetas que podrán ser utilizadas por todas las comunidades de África para la cocina y la calefacción.
En este sentido, según informó hoy la institución, como el fruto "supone sólo un pequeño porcentaje de todo lo que produce la planta", los investigadores llevaban tiempo tratando de hallar una fórmula que les permitiera generar combustible con el mínimo posible de herramientas y de tecnología.
Para ello, los científicos de la Universidad de Nottingham (Reino Unido) extrajeron una pulpa machacando las pieles del plátano y la mezclándola con serrín "para obtener un material moldeable". Después lo comprimieron en briquetas y lo cocinaron a 1.500 grados para, después, secarlo al sol.
Una vez secas, estás briquetas ya estaban listas para ser utilizadas como un combustible "ideal y consistente" para cocinar. Para uno de los autores de la investigación, el científico Joel Chaney, "la leña constituye el principal problema del mundo desarrollado". "Vastas áreas de tierra son deforestadas cada año en el Planeta porque la gente necesita combustible para cocinar y no puede acceder a alternativas más caras como el gas", explicó.
Por otra parte, señaló que, "además de las consecuencias medioambientales que conlleva la producción de leña, ésta supone "una pérdida de tiempo". "Las mujeres africanas pueden pasarse cuatro o cinco horas al día recogiéndola, pero si existiese otro tipo de combustible podrían evitarlo", afirmó.
Para los investigadores, el aprovechamiento de los residuos "es la clave del desarrollo sostenible", además de ser un método que se puede difundir fácilmente por todo el continente africano. En esta línea, el profesor de la Facultad de Ingeniería de dicha universidad, Mike Clifford, trabaja en la actualidad en la creación de multitud de materiales sostenibles como la lana de yak o el aceite de Vermonia.
Finalmente, destacaron que la importancia de estos trabajos radica en lograr que "en un futuro todos los residuos puedan convertirse en combustible" y contribuir, de este modo, a la protección efectiva del medio ambiente.