MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La primera comunicación a través de una línea de telégrafo se produjo el 24 de mayo de 1844, a cargo de Samuel Morse desde Washington DC, en un extremo, y de su ayudante en Baltimore, Maryland, en el otro.
Basado en su célebre y aún hoy vigente código de impulsos eléctricos transformados en puntos y rallas para transmitir mensajes, Morse inventó e instaló un sistema de telegrafía en Estados Unidos, el primero de su clase.
Morse había desarrollado ya su código de señales en 1838. Tras varios fracasos para implementarlo, consiguió que el Congreso de su país aprobara un proyecto de ley para proporcionar 30.000 dólares para construir una línea telegráfica de 60 kilómetros. Varios meses después el proyecto fue aprobado, y la línea se extendería a lo largo de 55 kilómetros entre Baltimore y Washington.
El 24 de mayo de 1844, Morse transmitió el mensaje que se haría tan famoso: "Lo que Dios ha creado" ("What hath God wrought"), una cita bíblica desde la cámara de la corte suprema en el sótano del Capitolio en Washington, D.C. a Baltimore, Maryland.
A pesar de lo notable de su trabajo, Morse debió enfrentarse a la oposición de supersticiosos que culpaban a su invento de todos los males. Además, el invento estaba siendo desarrollado simultáneamente en otros países y por otros científicos, por lo que Morse se vio envuelto en largos litigios para obtener los derechos de su sistema. Estos derechos le fueron finalmente reconocidos en 1854 por la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Con su invento, Morse ganó una gran fortuna con la que compró una extensa propiedad, y en sus últimos años se dedicó a hacer obras filantrópicas, aportando sumas considerables a escuelas como Vassar College y la Universidad de Yale además de otras asociaciones misioneras y de caridad, informa Wikipedia.