MADRID 24 May. (EUROPA PRESS) -
Un gran terremoto como el que devastó Chile a principios de este año o el que provocó el tsunami catastrófico en Indonesia de 2004 tiene un margen de probabilidad nada desdeñable de producirse a corto o medio plazo en la costa del Pacífico Noroeste de Estados Unidos, dicen los científicos. Concretamente, hablan de más de una posibilidad entre tres a sólo 50 años vista.
Nuevos análisis del geólogo marino de la Oregon State University Chris Goldfinger y sus colegas han proporcionado una visión novedosa de la turbulenta historia sísmica del noroeste estadounidense, donde se han producido 41 terremotos de magnitud 8,2 o superior durante los últimos 10.000 años. Esto corresponde a un terremoto cada 500 años pero un estudio de los sedimentos del mar muestra mucha más complejidad en la falla Cascadia, que abarca desde el norte de California hasta el sur de Columbia Británica, ya en Canadá.
"Lo que hemos encontrado es que Cascadia no es una gran zona de subducción cuando se trata de grandes terremotos", dijo Goldfinger. "En realidad, tiene varios segmentos - por lo menos cuatro - y la actividad sísmica es diferente dependiendo de donde se origina un terremoto. Los terremotos más grandes ocurren en el norte y por lo general la rotura se prolonga en toda la falla. Se trata de sismos de magnitud 9 y son enormes, pero no ocurren con tanta frecuencia.
"En el extremo sur de la falla, los terremotos tienden a ser un poco más pequeños, pero más frecuentes", añadió. "Estos siguen siendo eventos magnitud 8 o superiores, que es similar a lo que ocurrió en Chile, por lo que el potencial de daño es bastante real."
En base a los promedios históricos, Goldfinger dice el extremo sur de la falla -que abarca desde Newport, Oregón, al norte de California - tiene un riesgo del 37 por ciento de propiciar un gran terremoto en los próximos 50 años. Las probabilidades de que una mega-terremoto golpeará el segmento norte, --de Seaside, Oregón, a la isla de Vancouver en la Columbia Británica--, son como del 10 al 15 por ciento.
"Tal vez lo más llamativo es que ahora podemos decir que ya hemos estado más tiempo sin un terremoto que el 75 por ciento de los intervalos conocidos entre terremotos en los últimos 10.000 años", dijo Goldfinger. "Y dentro de 50 años, ese número se elevará al 85 por ciento".