MADRID 10 May. (EUROPA PRESS) -
Los tiranosaurios adultos empleaban fuerza y tamaño para matar a grandes presas mientras que los jóvenes utilizaban su agilidad y rapidez para cazar presas más pequeñas, según un estudio de la Universidad de Ohio en Estados Unidos que se publica en la revista 'Journal of Vertebrate Paleontology'.
Según señala Lawrence Witmer, responsable del estudio, "es uno de los secretos del éxito de los tiranosaurios, los grupos de diferente edad no competían entre sí por la comida porque sus dietas cambiaban a medida que crecían".
Los investigadores analizaron el cráneo más completo conocido del ejemplar más joven de una especie de tiranosaurio. El cráneo, de 70 millones de años de antigüedad, procede de un individuo muy joven de una especie de dinosaurio de Mongolia conocido como 'Tarbosaurus bataar', el familiar más estrecho conocido del 'T. Rex'.
El análisis del cráneo de casi 30 centímetros revela cambios en su estructura que sugieren que los tiranosaurios jóvenes tenían un estilo de vida diferente al de los adultos.
"Los adultos muestran características en el cráneo asociadas con una potente mordida, grandes junturas musculares, refuerzos óseos, dientes especializados. El espécimen es tan joven que en realidad no posee ninguna de estas características todavía, por lo que debía alimentarse de forma muy diferente a como lo hacían sus padres", señala Takanobu Tsuihiji, director del estudio.
El análisis de la microestructura de los huesos de las patas del dinosaurio, cuyo esqueleto está casi completo a excepción del cuello y una porción de la cola, muestra que tenía entre 2 y 3 años cuando murió. Medía sólo 2,7 metros de longitud total, unos 0,9 metros de altura hasta la cadera y pesaba alrededor de 31 kilogramos. En comparación, los adultos de Tarbosaurus tenían entre 10 y 12 metros de longitud, 4,5 metros de altos, pesaban alrededor de 5,3 toneladas y probablemente tenían una esperanza de vida de unos 25 años.
"No sabemos hasta qué punto sus padres le llevaban alimento aunque probablemente estaba preparado para cazar. Su cráneo no era tan fuerte como el de los adultos y podría haber tenido que ser un cazador más cuidadoso, utilizando la rapidez y la agilidad en vez de la fuerza bruta", señala Witmer.
Las diferentes estrategias de caza de los jóvenes y los adultos podrían haber reducido la competencia entre Tarbosaurus y fortalecer sus roles de depredadores dominantes en su ambiente.
"El cráneo del joven muestra que debían existir cambios en los nichos dietéticos a medida que los animales envejecían. Los más jóvenes se encargarían de las presas más pequeñas que podían reducir sin riesgo de daño para su cráneo, mientras que los animales más mayores y los adultos tenían cráneos progresivamente más fuertes que les permitirían llegar a presas más grandes y peligrosas", apunta Tsuihiji.