MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los factores económicos podrían intervenir en las oscilaciones climáticas provocadas por el hombre a corto plazo, por lo que los actuales momentos de crisis económica podrían beneficiar a la lucha contra el cambio climático, según una investigación publicada en 'Science of the Total Enviroment' desarrollada por docentes de las universidades Rey Juan Carlos y Complutense de Madrid.
Así, los autores del trabajo 'How short can short-term human-induced climate oscillations' concluyen que si la actividad económica desciende, la actividad económica industrial también, por lo que se emite menos dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, generando un aumento de la temperatura menor, lo que concuerda con un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía.
En su investigación, los autores analizaron el periodo histórico comprendido entre 1970 y 1999, en el que se registraron marcados descensos de la actividad económica. Concretamente, estudiaron cuatro variables en el estallido de la Guerra del Yom Kippur (1973) y la segunda desde el estallido de la Revolución Islámica y el comienzo de la guerra entre Irán e Irak. Las cuatro variables incluyen, por una parte, indicadores estrictamente económicos, como son la variación del precio del petróleo y el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos y, por otra, parámetros específicos relacionados con el clima, como la variación de la emisión de dióxido de carbono y la variación en la temperatura media anual.
Los resultados de la investigación indican que existe "cierta correlación" entre estas variables ya que en 1974 (recesión tras la Guerra del Yom Kippur marcada por el embargo de la OPEC y el aumento del precio del barril del petróleo) se produjeron descensos "significativos" en las emisiones de CO2 y en la variación de la temperatura.
Asimismo, ya en los años ochenta, un vez superada la crisis económica en Estados Unidos, relacionada con la guerra entre Irán e Irak, que también provocó un descenso en las emisiones de CO2, ocurrió todo lo contrario. De este modo, los docentes observan como la bajada del precio del petróleo generó un aumento del consumo de combustibles fósiles, así como un aumento de la temperatura.
Por último, los investigadores advierten de la necesidad de tener "mucha precaución" al establecer predicciones a partir de modelos climáticos. En ese sentido, el profesor de Geología de la Universidad Rey Juan Carlos y coautor de la investigación Javier Lillo, indicó que si se basa todo el trabajo sobre gases de efecto invernadero se pierde "la perspectiva del problema". "Hay otros muchos factores que pueden intervenir profundamente en el cambio climático. Los escenarios que predicen los modelos que utilizan solo unos pocos parámetros son aproximaciones demasiado simplistas", subrayó.