MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Este 17 de diciembre se cumplen 118 años de la gesta del primer vuelo controlado de la historia conseguido en un aeroplano propulsado, diseñado por los hermanos Wilbur y Orville Wright.
Aquella gesta de finales de 1903, que dió paso a la era de la aviación, elevó el aparato unos 40 metros durante 12 segundos en Kitty Hawk, Carolina del Norte. El gran aporte al vuelo de los Wright fue el control de viaje mediante el balanceo. Hasta entonces los aviones existentes tenían diseños que los hacían difíciles de controlar por no haberse considerado la necesidad de inclinar las alas para cambiar de dirección, informa Wikipedia.
Antes de que Orville surcara los cielos a bordo de su aeroplano, su hermano ya lo había intentado con el mismo aparato. No obstante, el destino quiso que fuera Orville y no Wilbur el que pasara a la historia por lograr el primer vuelo.
Tras haber superado multitud de dificultades y haber realizado cientos de experimentos, el 14 de diciembre de 1903 los hermanos Wright tenían listo su aeroplano y Wilbur fue el elegido para probarlo, aunque sin mucho éxito. Logró levantarse poco más de 3 metros y recorrer unos 20 metros, pero perdió impulso y acabó estrellándose sin resultar herido. Tres días después, Orville lo consiguió.
ANTES VENDÍAN BICICLETAS
Antes de inventar el primer aeroplano los hermanos Wright vendían bicicletas en su propia tienda y no tenían muchos conocimientos técnicos, aunque su pasión por volar logró salvar esos obstáculos y los convirtió en unos expertos en la materia.
De hecho, antes de acometer cualquier intento de volar los hermanos se documentaron de manera exhaustiva y contactaron con todo tipo de expertos que les aconsejaron en temas como el motor que debía utilizarse o incluso el mejor lugar para probar suerte, sin dejar ningún detalle a la improvisación.
Antes de pasar a la historia por construir el primer aeroplano capaz de volar, los hermanos ya habían llevado a cabo multitud de inventos considerados revolucionarios en su época, entre ellos el uso del túnel de viento para probar sus aeroplanos.
Los hermanos construyeron un rudimentario túnel de viento en su tienda de bicicletas que funcionaba con un motor de gas, ya que no tenían electricidad en su tienda. Usaron este aparato para probar las propiedades aerodinámicas de las alas de sus aparatos.
EL EJÉRCITO RECHAZÓ SU INVENTO EN UN PRINCIPIO
Los hermanos Wright contactaron con el ejército de Estados Unidos en 1905 para ofrecerle su invento, pero su propuesta fue rechazada ante el celo que mostraban los hermanos a la hora de dar detalles técnicos sobre su aeroplano y las malas experiencias que había tenido el ejército antes con otros inventores que ofrecían lo mismo.
Dos años después, y ante la celebridad que habían ganado los hermanos en el mundo con sus vuelos, el ejército cambió de opinión y decidió comprarle un aeroplano. El vuelo de inauguración resultó ser una tragedia.
El teniente Thomas E. Selfridge que viajaba a bordo del aparato murió y Orville, a los mandos, resultó gravemente herido después de un fallo mecánico que hizo que el aparato se estrellase en una exhibición en el Fuerte Myer, Virginia, en 1908.