MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Queen's University en el Reino Unido han desafíado la creencia convencional al demostrar que los cangrejos parecen ser capaces de sentir dolor.
En su artículo publicado en la revista Biology Letters, Robert Elwood y Laura Adams describen cómo sometieron a un grupo de cangrejos a sacudidas eléctricas y las formas en que probaron si los choques provocaban una respuesta de dolor.
En los seres humanos y una serie de otros vertebrados, las manifestaciones de dolor son evidentes, con gritos y gemidos como resultado de actividades de las que tienden a escapar o evitar.
Pero ¿sienten dolor los invertebrados y/o los peces?. Es una pregunta razonable por la forma en que algunos invertebrados son tratados por los seres humanos, metéindolos vivos en una olla de agua hirviendo, por ejemplo.
Sería impensable hacerlo con una vaca, un cerdo o un pollo, y sin embargo, se hace rutinariamente con los cangrejos y langostas, que en general, tratan de escapar de su destino. La opinión convencional es que estas criaturas no son capaces de experimentar dolor, al menos en el sentido en que lo sienten los seres humanos, ya que no tienen partes del cerebro que parezcan ser capaces de procesarlo.
Pero, eso puede ser simplificar demasiado las cosas. Para definir mejor si una criatura experimenta dolor, los científicos han comenzado a establecer normas o directrices que ayudan a saberlo, como señalar tipos o grado de comportamiento reaccionario o cambios en los niveles hormonales. Si se cumplen estas directrices, puede decirse que la criatura siente dolor, en cualquier forma.
En este nuevo estudio, Elwood y Adams se propusieron determinar si los cangrejos comunes experimentan dolor. Para saberlo, obtuvieron 40 muestras y las pusieron en tanques de plástico con cables conectados. La mitad recibió choques choques eléctricos de 200 milisegundos cada 10 segundos durante un período de dos minutos. Todos los cangrejos fueron observados para observar su comportamiento, antes, durante y después de aplicar los choques.
Los investigadores informan que los cangrejos sometidos a descargas mostraron un comportamiento más vigoroso que los del grupo de control, que incluía moverse, adoptar una postura de amenaza o tratar de salir del tanque. Aún más revelador, señalaron que en los cangrejos sometidos a descarga se dispararon los niveles de ácido láctico en su hemolinfa, un fluido en cangrejos que es análogo a la sangre en los seres humanos.
En conjunto la evidencia indica muy claramente, dicen los científicos, que los cangrejos de hecho sienten dolor.