MADRID 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de astrónomos estadounidenses ha descubierto el primer agujero negro en una fase temprana de su desarrollo en una galaxia lejana, un fenómeno que, según han explicado los expertos, es "muy difícil de encontrar" ya que se hallan ocultos tras el polvo y el gas que originan sus galaxias madre.
Para este hallazgo, que ha sido publicado en la revista 'Nature', los científicos han usado la técnica llamada 'stacking', que consiste en superponer fotografías con diferentes focos y enfoques. Gracias a ella se pueden detectar señales "increíblemente débiles emitidas por los agujeros negros centrales de las galaxias más lejanas, a unos 13.000 millones de años luz de la Tierra.
Según detalla el artículo, el modo de trabajo de los astrónomos consistió en elegir alrededor de 250 galaxias (previamente detectadas por el Telescopio Espacial Hubble) que se postulaban como "buenas candidatas" para albergar un agujero negro en su epicentro. A continuación, apiladas las imágenes con la técnica 'stacking' se podría observar el agujero negro que se escondía entre el gas y el polvo de las galaxias.
El cosmólogo de la Universidad de Yale Priyamvada Natarajan, ha señalado que el descubrimiento de estos agujeros negros lejanos también se han utilizado para comprobar que este fenómeno crece y evoluciona junto a sus galaxias anfitrionas, que es una tendencia que los expertos han podido comprobar en el universo cercano y que ahora corroboran en el más alejado.
"Este descubrimiento nos dice que existe una relación simbiótica entre el agujero negro y su galaxias, y que esta unión ha existido desde los albores del tiempo", ha apuntado otro de los expertos de Yale Kevin Schawinski, que también ha participado en la investigación.