MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Científicos han encontrado vida microbiana en el interior de acuíferos que afloran en el fondo marino. Concretamente, en la placa de Juan de Fuca, a 350 kilómetros de la costa oeste de EEUU.
Puede que no haya lugar más difícil para descubrir fauna exótica que un acuífero submarino que rezuma a través de grietas y fisuras en rocas porosas a cientos de metros bajo la superficie. Presiones que trituran y el riesgo de contaminación de muestras limita los esfuerzos para documentar la distribución de la vida en lo que queda de un entorno en gran parte inexplorado.
Gracias a un dispositivo que crea un sello en los agujeros perforados en el fondo del océano - como un corcho en una botella -, un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California y la Universidad de Hawai pudo descubrir vida en este ambiente inaaccesible.
Alberto Robador, autor principal de un estudio publicado en Frontiers in Microbiology, dijo que es un microorganismo que único, "que prospera en un lugar aparentemente inhóspito para la vida."
Obtienen energía de un sulfato compuesto de azufre y oxígeno para la descomposición de material biológico que se hunde hasta el fondo del mar, y a continuación, desemboca en el acuífero submarino a través de una variedad de fuerzas químicas y físicas.
El estudio permitió el uso de instrumentos de muestreo y mangueras por pozos perforados 150 a 350 metros en la corteza oceánica y sin riesgo de contaminación.
Agua del acuífero se bombeó a través de las mangueras en bolsas de muestra de 50 litros hechas de vinilo con fluoruro con costuras herméticas termoselladas. Las bolsas fueron transportadas a la superficie por control remoto y se analizaron bordo de un buque de investigación.
Este microbio exótico es una de las formas de vida microscópicas innumerables que han establecido nichos ecológicos en los acuíferos submarinos, el sistema acuífero más grande en la Tierra.
VIDA FUERA DE LA TIERRA
No sólo puede proporcionar nuevos conocimientos sobre el ciclo natural del carbono en el medio ambiente, sino que también puede sugerir qué tipo de vida hay que buscar en otros lugares de nuestro sistema solar y formas de tomar muestras.
"Este es sin duda un descubrimiento", dijo Jan Amend, profesor de geoquímica microbiana en la USC, informa Los Angeles Times. "Se trata de signos de vida nunca antes detectados, ya sea en la Tierra, Marte, en la luna de Júpiter cubierta de hielo Europa, o en otro lugar."
La investigación fue financiada por la Fundación Nacional de la Ciencia y el Instituto de Astrobiología de la NASA.
@CIENCIAPLUS