DOHA (QATAR), 27 (EP/Reuters)
El permafrost (capa de tierra permanentemente helada) de Siberia y Alaska, que contienen grandes reservas de carbón están comenzando a deshelar, trayendo consigo la amenaza de un gran aumento en el calentamiento global para el año 2100, según un informe de la ONU presentado este martes en el marco de la Conferencia del Clima de Doha (Qatar).
El estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que un deshielo de las grandes extensiones de permafrost de Rusia, Canadá, China y los Estados Unidos también amenaza a las viviendas locales, carreteras, ferrocarriles y oleoductos, el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (PNUMA), dijo en el informe que se publicó en el clima de la ONU conversaciones que se celebra esta semana y la próxima en Qatar.
"El permafrost ha empezado a descongelarse", ha explicado el autor principal del estudio, Kevin Schaefer, de la Universidad de Colorado. En este sentido, ha explicado que un deshielo acelerado liberaría enormes cantidades de carbono y metano, que se encuentra atrapado en en el subsuelo desde hace miles de años.
De este modo, el estudio señala que se podrían liberar el equivalente a entre 43.000 y 135.000 millones de toneladas de CO2 para el año 2100. "Un deshielo del permafrost significa que las proyecciones de la ONU sobre el aumento de temperaturas a finales de siglo podrían ser demasiado bajas", ha explicado.
El propio PNUMA ya publicó un informe la pasada semana en el que adevertía de las emisiones de gases de efecto invernadero podrían incrementarse de media entre 3 y 5 grados centígrados para 2100, una previsión muy por encima del tope de 2 grados centígrados fijados por el Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) para evitar más inundaciones, sequías, olas de calor y aumento del nivel del mar.
El informe del PNUMA no recogía los riesgos derivados del deshielo del permafros que, a juicio de este experto, se convertiría en un círculo vicioso, ya que al liberar gases de efecto invernadero, aumentaría el calentamiento y, a su vez, el deshielo. "Eso podría traer un efecto irreversible, fuera de control", añade.
Por su parte, el director del PNUMA, Achim Steiner, ha advertido en un comunicado que el permafrost es una de las claves para el futuro del planeta y que su impacto potencial sobre el clima, los ecosistemas y la infraestructura se ha descuidado durante demasiado tiempo.
Por ello, los autores del estudio sugieren un informe especial sobre el permafrost por parte del panel de expertos del IPCC. No obstante, uno de los vice-presidentes de este panel, Jean-Pascal van Ypersele, considera prematuro señalar la necesidad de un informe monográfico sobre este fenómeno.