ESTOCOLMO, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Real Academia Sueca de las Ciencias concedió hoy el premio Nobel de Física 2005 por sus aportaciones a la óptica a un estadounidense, que recibirá la mitad del galardón, mientras que otro compatriota y un alemán se repartirán la otra mitad del galardón que asciende a 10 millones de coronas suecas (unos 1,07 millones de euros).
Roy J. Glauber, de 80 años y profesor de la Universidad de Harvard en Cambridge (Massachussets, Estados Unidos), fue galardonado "por su contribución a la teoría cuántica de la coherencia óptica" y recibirá 5 millones de coronas suecas.
El también norteamericano John L. Hall, de la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos), y el alemán Theodor W. Haensch, director del Instituto Max-Planck de Optica Cuantica y profesor de la Universidad Ludwig-Maximilian de Munich (Alemania), recibirán la otra mitad del galardón "por su contribución al desarrollo del espectroscopio de precisión basado en el láser, incluyendo la técnica de frecuencia de rastreo óptica". Así, Hall, de 71 años, y Haensch, de 63 años, recibirán cada uno 2,5 millones de coronas suecas.
La Real Academia de Ciencias sueca explicó que este año ha querido galardonar con el prestigioso premio a "tres científicos de campo de la óptica", ya que el hombre "siempre ha estado fascinado con los fenómenos ópticos y gradualmente ha desenmarañado la naturaleza de la luz".
Así, Glauber recibe la mitad del premio "por su descripción teórica de la conducta de las partículas de luz", mientras que John Hall y Theodor Haensch "comparten la otra mitad por su desarrollo del espectroscopio de precisión basado en el láser" y que se utiliza para determinar "el color de los átomos y moléculas de luz con extrema precisión".
La luz, explica la Real Academia, tiene una "doble naturaleza" ya que puede ser considerada tanto "ondas como una corriente de partículas". A este respecto, Glauber "ha establecido la base de la Optica Cuántica, en la cual la teoría cuántica rodea el terreno de la óptica" y ha logrado explicar "las diferencias fundamentales entre las fuentes calientes de luz como las bombillas, con una mezcla de frecuencias y fases, y los lásers, que dan una frecuencia y fase específica".
Por su parte, Hall y Haensch han hecho "importantes contribuciones" que han posibilitado la medición de "frecuencias con una precisión de quince dígitos". "Los láser con colores extremadamente nítidos pueden construirse ahora y con la técnica de rastreo de frecuencia se pueden hacer lecturas precisas de la luz de todos los colores", destaca la Rea Academia en su comunicado, subrayando que "esta técnica posibilita la realización de estudios, por ejemplo, de la estabilidad de las constantes de la naturaleza en el tiempo y del desarrollo de relojes extremadamente precisos y mejorar la tecnología GPS".