MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio proporciona "evidencias irrefutables" de que la supererupción volcánica de Toba, ocurrida en la isla de Sumatra (Indonesia) hace unos 73.000 años, deforestó gran parte de la India central, que se encuentra a más de 4.000 kilómetros del epicentro.
El volcán eyectó alrededor de 800 kilómetros cúbicos de cenizas a la atmósfera, dejando un cráter (en la actualidad el mayor lago volcánico del mundo) que tiene una longitud de 100 kilómetros y 35 de ancho. Las cenizas procedentes de esta erupción han sido encontradas en la India, el Océano Indico, el Golfo de Bengala y el Mar de China Meridional.
La ceniza brillante impidió que la luz solar llegara a la superficie y los aerosoles de sulfuro volcánico impidieron las radiaciones solares durante seis años, desencadenando una 'pequeña edad del hielo' que se prolongó durante 1.800 años, de acuerdo con muestras de hielo correspondientes a aquella época tomadas en Groenlandia, informa Science Daily.
Durante ese tiempo, las temperaturas bajaron hasta 16 grados centígrados, según el profesor de Antropología de la Universidad de Illinois Stanley Ambrose, investigador principal de un nuevo estudio sobre esta erupción, que incluyó el estudio con isotopos de carbono en zonas de la India central donde se descubrieron restos de ceniza.
Los efectos climáticos del volcán Toba habían sido una fuente de controversia en los últimos años, asi como su impacto en la población humana. El presente estudio muestra cómo se produjo entonces un cambio en la vegetación, debido fundamentalmente a una mayor sequedad en el clima de la zona que acabó con los bosques húmedos y se prolongó durante mil años. Ambroise cree incluso que la erupción pudo haber causado una situación similar a lo largo de los trópicos, "forzando a los seres humanos a adoiptar nuevas estrategias cooperativas para sobrevivir que, eventualmente, le permitieron imponerse sobre los neandertales y otras especies humanas arcaicas".