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MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Expertos del Grupo AIRE de la Universidad de Extremadura (UEx) han constatado las "intensas olas de frío" que sufrieron los países de Siria e Irak entre los años 900 y 950, a través del estudio de manuscritos árabes antiguos.
Así lo han concluido un equipo de investigadores del grupo AIRE María Cruz Gallego, Fernando Domínguez-Castro y José Manuel Vaquero, quienes creen firmemente en el valor de las "pistas" dejadas por la mano del hombre de la época en todo tipo de documentos, y que "consisten en comentarios populares, estudios caseros o mediciones por parte de historiadores o cronistas", informa la UEx en nota de prensa.
En particular, el artículo publicado en la revista 'theWeather' constata cómo en el año 900 el territorio donde en la actualidad se sitúan Irak y Siria padeció "periodos caracterizados por un frío hoy realmente inusual, con termómetros incluso por debajo de los cero grados".
Según uno de los científicos que ha participado en este estudio, Fernando Domínguez-Castro, la importancia de este artículo radica en que ha tenido en cuenta escritos árabes realmente antiguos, además de evidenciar la importancia de estos datos para interpretar mejor el clima actual.
Unos parámetros que ayudarán a dimensionar con más rigor los posibles cambios o alteraciones climáticas, explica Domínguez-Castro, quien destaca que son fuentes "directas" de datos "tradicionalmente olvidadas por muchos científicos especialistas en clima, y que esconden un enorme potencial científico", según ha señalado.
Entre los datos hallados por los expertos de la UEx en diferentes documentos, hay expresiones tan curiosas como las que describen el "vino congelado", o los paisajes nevados de estos dos países. Estas escenas se volvieron a repetir en Irak en 2008, y atrajeron la atención de muchos científicos de todo el mundo.
Este primer artículo centrado en fuentes históricas árabes para el estudio del clima aborda también otros fenómenos como sequías y lluvias, aunque por encima de cualquier otra valoración sobresale el extenso periodo de frío a lo largo de unos 50 años.
"Una acumulación que nos hace sospechar que durante esa época el clima era mucho más frío que el actual", apunta Domínguez-Castro, quien ha considerado llamativo que una de estas olas de bajas temperaturas se produjera en verano, provocada casi con total seguridad por una erupción volcánica.
A juicio del experto de la UEx no hay muchos estudios climáticos al respecto por las barreras culturales y de idiomas existentes entre la cultura árabe y la occidental en la generación de resultados investigadores. "Los científicos debemos trabajar conjuntamente con los expertos que saben leer estos textos históricos porque hay mucha información por descubrir", señala.
-. Firma: RCC/LRS .-manuscritos, escritos por eruditos árabes, pueden proporcionar información meteorológica valiosa para ayudar a los científicos modernos a reconstruir el clima del pasado, según un nuevo estudio. La investigación, publicada en 'Weather', y llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Extremadura, analiza los escritos de eruditos, historiadores y diaristas de Irak, durante la Edad de Oro Islámica, entre 816 y 1009 d.C.
La reconstrucción de los climas del pasado proporciona la posibilidad de realizar una comparación histórica con los fenómenos meteorológicos modernos. Los árboles, los núcleos de hielo, y el coral, proporcionan evidencia del clima pasado, sin embargo, las fuentes humanas están limitadas por la información histórica disponible. Hasta ahora, los investigadores se han basado en registros oficiales que detallan los patrones del clima, incluidos los informes de la fuerza aérea durante la Segunda Guerra Mundial y los registros de los buques de siglo XVIII.
Ahora, científicos españoles de la Universidad de Extremadura, han recurrido a fuentes documentales árabes de los siglos X y XI elaboradas por historiadores y comentaristas políticos de la época, quienes, además de centrarse en los acontecimientos sociales y religiosos de la época, también se refieren a fenómenos meteorológicos anormales.
"La información climática que se recuperó de estas fuentes antiguas se refiere, principalmente, a fenómenos extremos que afectaron a la sociedad en general, tales como sequías e inundaciones", afirma el autor principal, el doctor Fernando Domínguez-Castro, quien añade que, "sin embargo, también documentaron condiciones extrañas que se vivieron en la antigua Bagdad, como tormentas de granizo, la congelación de los ríos o la nieve".
Bagdad era un centro importante para el comercio y la ciencia en el mundo islámico antiguo. En 891 d.C., el geógrafo al- Ya'qubi escribió que la ciudad no tenía rival en el mundo, con veranos calurosos e inviernos fríos, condiciones climáticas que favorecieron la agricultura. Sin embargo, muchos documentos antiguos escritos en Bagdad se han perdido en una historia de invasiones y guerras civiles; aunque, a partir de los trabajos de escritores como al-Tabari, Ibn al-Athir y al-Suyuti, pudo rescatarse cierta cantidad de información meteorológica.
Cuando se recopilaron y analizaron los manuscritos, éstos revelaron un aumento de los eventos fríos en la primera mitad del siglo X, esto incluyó una reducción significativa de las temperaturas durante el mes de julio del 920 d.C., y tres nevadas en 908, 944 y 1007 d.C. En comparación, el único registro de nieve en la moderna Bagdad fue en 2008, una experiencia única en la vida de los iraquíes.
"Estos signos de un período de frío repentino confirman el descenso de la temperatura durante el siglo X, inmediatamente antes del Período Cálido Medieval", explica Domínguez-Castro, "creemos que esta caída en las temperaturas pudo ser causada por una gran erupción volcánica".
El investigador concluye que "la capacidad de reconstruir los climas del pasado nos proporciona un contexto útil para la comprensión histórica de nuestro propio clima".