MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Nacional de Investigadores Ramón y Cajal (ANIRC) ha denunciado que España padece "una pérdida de capital investigador", al tiempo que sentencia que la ciencia española no ofrece condiciones "suficientemente atractivas" como para que los mejores científicos de cualquier otro país elijan la Península como destino final para desarrollar su carrera científica.
Con motivo de su décimo aniversario, la ANIRC ha elaborado la 'Encuesta para la evaluación del estado actual del Programa Ramón y Cajal', a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que se recoge que la "falta de estabilidad" en la Ciencia española no sólo tiene consecuencias personales sino también a nivel de investigación.
Los contratos Ramón y Cajal (RyC) forman parte de un programa del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) para la incorporación de investigadores con grado de doctor en los centros de investigación y desarrollo españoles.
Así, el informe puntualiza que estos contratos sólo favorecen la estabilización de un 12 por ciento de los investigadores por esta modalidad en la Universidad, y otro 24 por ciento en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y señala que no lo consiguen más científicos no por falta de excelencia científica sino "por falta de plazas".
"El desarrollo del programa ha sido un decisivo paso adelante en la definición de la carrera científica de los jóvenes españoles. Sin embargo, aún se deben resolver aquellas deficiencias detectadas durante la implantación del programa", apoya el texto.
De la encuesta se desprende igualmente que los principales problemas del RyC están relacionados con el espíritu de 'tenure track' del mismo (un sistema por el que el investigador recibe una ayuda para su investigación al inicio de su contrato en consonancia con el tipo de investigación que se va a desarrollar).
"El RyC debe poder disponer de la suficiente independencia para poder liderar su propia línea de investigación y, en caso de superar positivamente las evaluaciones establecidas en su contrato, debe poder optar a un contrato estable", agrega.
PÉRDIDA DE CAPITAL INVESTIGADOR
Además, el estudio indica que la mitad de los RyC se encuentran en Madrid y Barcelona, mientras que todas las demás comunidades mantienen o pierden capital investigador. Igualmente, destaca que más del 85 por ciento de los RyC comienzan su contrato en la universidad o en el CSIC, ocupando los centros universitarios a más del 60 por ciento de estos contratos.
Por otro lado, los centros que no estabilizaron al menos el 75 por ciento de los RyC recibidos fueron: el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, que sólo lo hizo en un 17 por ciento; el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (25 por ciento); la Universidad Politécnica de Valencia (43 por ciento); el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC (50 por ciento); o la Universidad de Sevilla (71 por ciento), entre otros.
Asimismo, el informe detalla que uno de los principales problemas durante el desarrollo del RyC es la falta de reconocimiento de los investigadores como 'junior independientes', en estado de poder crear su línea independiente de investigación y sí como becarios postdoctorales muy avanzados. "Esto conlleva que sean contratados con figuras inadecuadas, no se les adjudique un espacio propio, no se les asigne docencia o se les asigne pero no se les reconozca", apunta.
Igualmente, recoge que las limitaciones a la independencia de los investigadores tienen lugar por "la falta de apoyo institucional, a la jerarquización de la universidad española y al sometimiento a las normas tácitas de los diferentes departamentos y laboratorios, a la falta de espacio, a las dificultades para el acceso a financiación si no se dispone de un grupo "suficientemente numeroso de personas, o bien, por tener un contrato temporal.
Además, recalca entre las dificultades para solicitar proyectos, las condiciones de trabajo inadecuadas o la falta de un plan de estabilización claro, que conlleva un futuro profesional de "incertidumbre".
PROPUESTA AL MINISTERIO
En esta línea, ANIRC propone al departamento que dirige Cristina Garmendia, el mismo promotor de este sistema de contratación, que realice un seguimiento "mucho más activo del mismo" y que, "en la medida de lo posible", adopte esta serie de medidas correctoras.
Entre otras, recomienda un mayor seguimiento al programa, con evaluación de éxito del programa en función de la excelencia científica de los RyC salientes, así como del grado de consecución de los objetivos, y de las condiciones de incorporación de los nuevos contratados; incentivos y penalizaciones para los investigadores; y finalmente, mayor información, con la creación de un punto de referencia al que puedan acudir los contratados.
PERFIL DEL CONTRATADO
El programa está concebido como un modo de 'tenure track' en el que el investigador, tras un periodo de prueba de cinco años, tiene la opción de acceder a una posición estable. El perfil habitual del RyC es el de un investigador con unos 15 años de experiencia laboral e investigadora, internacional y con capacidad de liderar su propia línea de investigación. La consecución del contrato se considera ya en sí mismo un reconocimiento a la calidad de su investigación dada la alta competitividad de los candidatos presentados y la veteranía de los mismos.
Actualmente, se ofrecen 250 contratos al año para toda España (se defienden al año unas 7.000 tesis en España y sólo puede optar al contrato un tres por ciento de los investigadores) y de media la obtienen después de diez años de experiencia postdoctoral, varios de ellos en centros de investigación extranjeros.
Por tanto, y según apunta la encuesta, la edad media de consecución del contrato es de 38 años y después de cinco años de contrato el investigador cuenta como media con 43 años. "Con esta edad aún no posee un puesto de trabajo estable. Es difícil encontrar algún otro entorno laboral en el que la inestabilidad y la competencia sean tan elevadas", se desprende del informe.
En 2010 se cumplen diez años de la creación del programa y con motivo de este evento la Asociación Nacional de Investigadores Ramón y Cajal (ANIRC) ha realizado una encuesta entre sus investigadores con este tipo de contrato.