MADRID 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio ha demostrado por primera vez que las estrellas de mar usar ojos primitivos en la punta de sus brazos para rastrear visualmente su entorno. La investigación, dirigida por el doctor Anders Garm, de la Sección de Biología Marina de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, mostró que los ojos de las estrellas de mar son de formación de imágenes y podrían ser una etapa esencial en la evolución del ojo.
Los investigadores quitaron estrellas de mar, con y sin los ojos de su rico hábitat de alimentos, los arrecifes de coral, y las colocaron en el fondo de arena a un metro de distancia, donde se morirían de hambre. Al supervisar su comportamiento, los científicos encontraron que las estrellas de mar con ojos intactos se movieron hacia la dirección en la que se encontraba el coral, las estrellas de mar que carecían de ojos caminaron al azar.
"Los resultados muestran que el sistema nervioso de las estrellas de mar debe ser capaz de procesar la información visual", destaca el doctor Garm. En el análisis de la morfología de los fotorreceptores de los ojos de las estrellas de mar, los investigadores confirmaron además que constituyen un estado intermedio entre los dos grandes grupos conocidos de fotorreceptores rhabdomeric y ciliar, ambos con microvellosidades y un cilio modificado.
El principal investigador añade: "Desde un punto de vista evolutivo es interesante debido a que la morfología de los ojos de las estrellas de mar, junto con su calidad óptica (calidad de la imagen), está cerca del ojo teórico temprano en la evolución del ojo, cuando la formación de la imagen apareció por primera vez de esta forma, que puede ayudar a aclarar cómo fueron las primeras tareas visuales que condujeron a este paso importante en la evolución del ojo, así como la navegación hacia el hábitat preferido usando grandes objetos inmóviles (en este caso el arrecife)".
Las especies de estrellas de mar más conocidas poseen un ojo compuesto en la punta de cada brazo, que, a excepción de la falta de verdaderos ojos ópticos, se asemeja al ojo compuesto de los artrópodos. A pesar de ser conocido durante cerca de dos siglos, nunca antes se ha documentado un comportamiento visual, según los autores de este estudio, que se presenta este viernes en la reunión anual de la Sociedad para la Biología Experimental, que se celebra en Valencia.