VALLADOLID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio elaborado por un grupo de alergólogos, pediatras y neumólogos del Hospital Río Hortega de Valladolid revela que tanto los fumadores activos como los pasivos pueden ser alérgicos al tabaco y, por tanto, presentar reacciones alérgicas ante esta sustancia debido a que el tabaco es un alergeno vegetal "potente".
Según explicó en declaraciones a Europa Press Televisión la alergóloga Alicia Armentia, el estudio, que se ha prolongado a lo largo de tres años y que aún no está concluido, determina que los alérgicos al polen tienen más sensibilidad al tabaco, por lo es más fácil que sean también alérgicos al tabaco, "cosa que es lógica y la población alérgica no debería de fumar porque el tabaco en sí puede ser un alergeno vegetal potente".
Para poder llevar a cabo las investigaciones necesitaban planta de tabaco, así que al Río Hortega de Valladolid llegaban desde Canarias hojas de tabaco con raíz, de donde los investigadores hacían el extracto, en el que empleaban también cigarros para después probarlo con los pacientes por vía cutánea e inhalatoria.
"Utilizamos el cigarro encendido, el cigarro apagado y el estracto de tabaco y los tres tipos de provocaciones mostró que lo más afectaba a la capacidad respiratoria era el extracto de tabaco en sí", apuntó Armentia, quien añadió que otra de las reacciones es la dermatitis de contacto en los dedos "ya que hay muchos fumadores que tienen problemas dermatológicos por manipular el tabaco todos los días".
No obstante, los síntomas respiratorios son los más frecuentes, sobre todo en el caso de los asmáticos alérgicos por polen, en el que se acentúa el asma y se objetiva midiendo los anticuerpos al tabaco que los pacientes tienen en sangre, lo que demostró que tenían anticuerpos específicos al alergeno de tabaco, aunque también sucedía en el caso de los pacientes bronquíticos crónicos que habían sido alérgicos "y que, posiblemente, hubiese evolucionado en la bronquitis que tienen, al igual que los pacientes de cáncer, aunque no se puede saber que la alergia fuera el origen de la enfermedad".
El estudio también recoge el hecho de que los fumadores pasivos pueden ser también alérgicos al tabaco y para Armentia, ahí radica la importancia de evitar fumar en sitios públicos: "estás afectando indirectamente a las personas que te rodean".
MEJOR TRATRAMIENTO: DEJAR DE FUMAR
Para Armentia, el mejor tratamiento para los fumadores alérgicos al tabaco es dejar de fumar, para lo que existen métodos como los parches de nicotina o los inhaladores nasales de tabaco que logran compensar la dependencia, aunque las pruebas en el centro hospitalario se realizaron con parches para comprobar, finalmente, que no provocan dermatitis de contacto, al contrario que el extracto de la hoja de tabaco.
La alergia afecta sobre todo a la población juvenil ya que, además de ser el sector de edad donde hay una mayor cantidad de población fumadora --"de hecho hemos visto niños de 13 años fumando y sensibilizados al tabaco"--, los jóvenes son los que más sensibilizan alergenos.
Pero la alergia al tabaco ha provocado la aparición de casos anecdóticos, sobre todo en personas que trabajan directamente con el tabaco --liando cigarros manualmente--, entre los que se dan casos de asma o dermatitis de contacto aunque hay casos, como uno descubierto en Canarias, de un trabajador agrícola alérgico que fumigaba las plantas con tabaco --el tabaco es acaricida, fungicida y sobre todo nematocida ya que mata muchos gusanos--.
"Aquí los agricultores lo emplean en las fumigaciones aunque no lo saben, porque la nicotina es altamente tóxica para los gusanos y es una fuente posible de asma laboral que hay que tener en cuenta", recordó Armentia, quien apuntó que, en el ámbito del hogar, si se fumiga una planta con tabaco y luego no se lava, al comerla se ingiere tabaco "aunque por vía digestiva no se ha probado alergénico, es por vía inhalatoria".
El estudio, que aún no ha concluido, comenzó hace tres años al descubrir la existencia muchos alergenos vegetales, entre los que destaca el tabaco, que es un vegetal.
"Aunque nunca se ha pensado en ello, el tabaco también pudiera tener proteínas alergénicas porque además se modifica mucho transgénicamente y es una de las plantas que más se ha modificado, por lo que esto pudiera haber aumentado su alergenicidad con el paso del tiempo", matizó Armentia.
El tabaquismo está considerado por la Organización Mundial de la Salud como la enfermedad adictiva crónica capaz de matar a más gente, ya que mata al 50 por ciento de sus consumidores en forma de cáncer de pulmón y de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.