MADRID 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Europa apuesta una vez más por estudiar los efectos del cambio climático en la Tierra y observará la evolución del deshielo polar a partir del mes de febrero con la misión 'Cryosat', un satélite de observación que lanzará el 28 de febrero de 2010 la ESA, según confirmó la agencia espacial en su página web.
Así, explica que las principales víctimas del cambio climático son los casquetes polares y que es cada vez "más importante" entender exactamente cómo las capas de hielo de la Tierra están cambiando, al tiempo que señala que satélites como el Envisat han estado "mapeando" la extensa capa de hielo durante algunos periodos de tiempo.
No obstante, para entender cómo el cambio climático está afectando a estas regiones existe una "urgente necesidad" de determinar la manera en la que el grosor del hielo está cambiando, apunta la agencia. En este sentido, el director de los programas de observación terrestre de la ESA, Volker Liebig, comentó que tanto el grosor del hielo como la monitorización de la masa son cruciales para medir los posibles efectos del cambio climático.
"Cryosat será nuestra próxima misión de exploración terrestre en el espacio y estoy orgullo de que tan sólo la ESA y sus socios hayan necesitado de cuatro meses para reconstruir su misión del hielo tras la pérdida del satélite original en 2005", explicó el responsable en referencia a la misión que aquel mismo año fracasó y cuyo aparato 'aterrizó' en medio del Polo Norte por un fallo en la secuencia de lanzamiento.
Esta misión tendrá una duración de tres años y aportará los datos necesarios para que los científicos determinen exactamente cómo el grosor del hielo de la tierra así como de las capas flotantes está mutando. De esta forma, el Cryosat será la tercera misión de exploración terrestre de la ESA, y seguirá el legado del satélite GOCE, lanzado en marzo y de la misión del agua SMOS, que será lanzado el 2 de noviembre.
RETRASO EN EL LANZAMIENTO
En un principio, el 'Cryosat' iba a ser lanzado al espacio en el mes de diciembre de este mismo año. No obstante, debido a la 'apretada agenda' del cosmódromo de Baikonur, en Kazajastán, el lanzamiento ha tenido que ser pospuesto al mes de febrero.
"Naturalmente estamos disgustados con este gran retraso. El satélite ya ha pasado seis meses en almacenamiento esperando su oportunidad para viajar al espacio. Empezamos los test para el despegue en abril, con lo que tuvimos que volver a colocar el satélite en su contenedor tras el retraso", concluyó el responsable del proyecto y miembro de la ESA, Richard Francis.