MADRID 28 May. (EUROPA PRESS) -
El Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA por sus siglas en inglés), un programa conjunto de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán, logró un hito el 26 de mayo, con su primer vuelo de observación nocturno.
"Con este vuelo, SOFIA comienza un programa científico de 20 años que permitirá una gran variedad de observaciones astronómicas, y que no son posibles para la ciencia en la Tierra o en otros observatorios espaciales", dijo Jon Morse, director de la División de Astrofísica de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington. "Se establece claramente la expectativa de que SOFIA nos proporcionará ciencia astrònómica de alto nivel", comentó.
Un Boeing 747SP 'Jumbo' ha sido altamente modificado para el SOFIA, un telescopio reflector de 100 pulgadas de diámetro. En su primer vuelo, despegó desde su base en el Centro de Operaciones de Aeronaves en Palmdale, California, informa la NASA.
El personal de a bordo consistió en una tripulación internacional formada por personal de la NASA, las universidades de Cornell y Columbia y el Instituto Alemán de SOFIA (DSI) en Stuttgart. Durante el vuelo de seis horas, a altitudes de hasta 35.000 pies (unos 10.600 metros), la tripulación de 10 científicos, astrónomos, ingenieros y técnicos reunieron los datos del telescopio en las consolas emplazadas en la cabina principal del avión.
"Pruebas en el túnel de viento y cálculos por superordenador predijeron que podrían tomarse imágenes nítidas de primera línea de investigación astronómica", dijo el científico del proyecto SOFIA Pam Marcum del Centro Ames de Investigaciones de la NASA en Moffett Field, California "Un estudio preliminar de sus datos de 'primera luz' indica que este objetivo se ha cumplido", agregó.
La estabilidad y la precisión del telescopio, construido en Alemania, alcanzó o superó las expectativas de los ingenieros y astrónomos que lo pusieron a prueba durante el vuelo.
"El logro culminante de la noche vino cuando los científicos a bordo tomaron imágenes grabadas de Júpiter", dijo el asesor científico Eric Becklin. "La imagen compuesta de SOFIA muestra el calor, atrapado desde la formación del planeta, saliendo del interior de Júpiter a través de agujeros en sus nubes".
La cámara infrarroja de alta sensibilidad para objetos débiles del telescopio (FORCAST) fue operada en vuelo por sus constructores, un equipo de la Universidad de Cornell. FORCAST captura imágenes en cuestión de minutos que para observatorios infrarrojos terrestres requieren largas horas con muchas exposiciónes, debido al vapor de agua. La altitud operacional de SOFIA, que está por encima de más del 99 por ciento de ese vapor de agua, le permite recibir el 80 por ciento o más de la luz infrarroja accesible a los observatorios espaciales.