VALLADOLID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las personas que presentan una gran sensibilidad al parásito Anisakis, que generalmente porta el 80 por ciento del pescado, pueden sufrir los mismos síntomas al ingerir pollo debido a que, en la mayor parte de los casos, el ave está alimentado con piensos de pescado.
Así lo aseguró en declaraciones a Europa Press Televisión la alergóloga del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid Alicia Armentia, quien añadió que aunque el pollo no es un huésped habitual del Anisakis, en los casos en los que son criados y alimentados con piensos que tienen pescado y que a su vez presentan el alergeno del parásito pueden provocar la misma reacción que si se consumiera pescado.
"El trabajo que hemos hecho versa sobre una serie de pacientes con enfermedades graves como asma o anafilaxia por la ingesta o manipulación de carne de pollo", manifestó Armentia, quien destacó que el estudio se realizó con el suero de los pacientes, aunque también realizaron pruebas cutáneas.
Las pruebas reflejan que los alérgicos no detectaban el antígeno del Anisakis en carne de pollo de corral, que son alimentados con cereales, aunque sí lo hacían en carne de pollo que procedía de granjas avícolas en las que se alimenta masivamente con pienso de pescado.
"Son sensibilidades muy específicas y muy anecdóticas, no tiene por qué ocurrir a la mayoría de la gente, sólo a los que son muy sensibles", apuntó la experta antes de reconocer que, aunque no es necesario prevenir a la mayoría de las personas debido a que se trata de algo poco frecuente, sí se hace en caso de personas que, por ejemplo, han padecido una anafilaxia.
TAMBIÉN POR CONTACTO E INHALACIÓN.
En este sentido y según Armentia, las reacciones alérgicas por contacto y por inhalación --y no sólo por ingesta-- con el Anisakis son también posibles y pequeñas cantidades de contacto con este alergeno podrían causar sintomatología grave de urticaria o incluso asma, algo que se da en los alérgicos al parásito como trabajadores de industria avícola o pescaderos debido al contacto permanente con el Anisakis.
La presencia del parásito en el pienso con el que se alimentan muchos animales y que procede del pescado no responde a que sobreviva a todo el proceso, según Armentia, sino al hecho de que en el pienso permanece la proteína alergénica, algo muy común en el pienso.
"La infestación por Anisakis es conocida desde hace muchos años", explicó la especialista, quien matizó que el Anisakis es un nematodo propio de los grandes cetáceos marinos que hace unos años no afectaba al ser humano pero que ahora, debido a la matanza masiva de grandes cetáceos, contamina peces que luego son consumidos.
Las medidas sanitarias obligan a congelar el pescado o incluso a analizarlo antes de que salga a la venta, pero en el caso de las personas que presentan una sensibilidad muy grande al Anisakis se recomienda que se cocine mucho el pollo o que se congele previamente al menos durante seis días antes de su consumo.
"En el fondo somos lo que comemos y si alimentamos mal a los animales también nos alimentamos mal nosotros", concluyó Armentia.