MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La proliferación de medusas en las playas del Mediterráneo español este verano está directamente relacionada con el cambio climático. Esta es la tesis que sostiene el profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Josep María Gil, que vaticina un incremento de esta plaga, que provoca dolorosas picaduras a los bañistas. El aumento de la temperatura del mar podría provocar la aparición en nuestras latitudes de nuevas especies como la denominada 'carabela portuguesa', ejemplares que viven en la costa africana y que pueden llegar a alcanzar los 15 metros de longitud.
Para Gil, miembro también del Departamento de Biología Marina del Instituto de Ciencias del Mar, "el hecho de que las medusas lleguen a nuestras playas es la punta del iceberg y una señal que envía el mar diciendo 'mira lo que habéis hecho'". El investigador del CSIC explicó que la llegada masiva de medusas a las costas está muy relacionada con el ciclo de lluvias y la menor llegada de agua dulce al mar. Expuso que según las investigaciones los años más secos son en los que más medusas se acercan a la costa ya que "al final de primavera y principio de verano empiezan a soplar vientos de mar a tierra que arrastran lo que está en mar abierto en superficie hacia la costa, como las medusas".
En años normales de precipitaciones y con tormentas de verano, las aguas de la costa son más frías y menos salinas que las de mar abierto, y aquellas actúan de barrera consiguiendo que las medusas no alcancen la costa. Sin embargo, en los años secos como éste, debido al cambio climático, las aguas de las costas son muy similares a las del océano y no existe esa barrera natural. Con estos factores, "la probabilidad de que lleguen medusas a las playas es mucho mayor en los últimos años", concluyó Gil.
Además, esta masiva llegada de medusas a las costas también es consecuencia de la proliferación de la especie. Gil recalcó el papel que juega la sobrepesca que elimina los depredadores naturales de las medusas, sobre todo los atunes, el pez espada o las tortugas. Además, las medusas compiten con los peces por el plancton como alimento, y "al haber menos peces, tienen menos competidores por el alimento, que sigue siendo el mismo, con lo cual con más comida y menos depredadores, proliferan", subrayó.
NUEVAS AMENAZAS
Las elevadas temperaturas provocan que el agua marina incremente su temperatura cada año y que el movimiento de las medusas sea cada vez mayor. El profesor de investigación del CSIC comentó que las especies de medusas son las mismas que llegan desde hace años, pero existe una, denominada 'carabela portuguesa', que vive en las costas africanas donde las aguas son muy cálidas y que podría llegar a las playas españolas en los próximos años. "Viene desde África, tiene tentáculos muy largos que pueden llegar hasta los 15 metros, y es muy urticante", señaló.
Además, Gil recomendó que en caso de que pique una medusa se debe salir del agua, no rascar ni frotar la zona afectada, y retirar de la piel cualquier resto de tentáculo que pueda haber quedado. Se debe lavar la herida con agua salada y nunca utilizara agua dulce, ya que activa las células y aumenta la cantidad de toxina inyectada. Posteriormente, se debe llenar una bolsa con hielos y aplicarla lo antes posible durante unos cinco minutos sobre la zona de la picadura. Nunca hay que poner el hielo directamente sobre la piel. Para evitar la infección de la herida, es aconsejable aplicar un antiséptico para rebajar la picadura y evitar escozor.