MADRID 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha obtenido nuevos datos de la galaxia gigante 'Centaurus A' que refuerzan la teoría de que se habría creado mediante la colisión cataclísmica de dos galaxias más antiguas. La nuevo información se ha logrado tras la combinación de dos observatorios de la ESA (Herschel y XMM-Newton) con los que se ha captado una imagen en múltiples longitudes de onda de los violentos eventos que tienen lugar en 'Centaurus A'.
La galaxia 'Centaurus A' es la elíptica gigante más cercana a la Tierra. Concretamente se encuentra a una distancia de 12 millones de años luz. Los expertos han señalado que alberga un masivo agujero negro en su núcleo y emite intensos estallidos de ondas de radio.
Estas características son las que han llevado a los astrónomos a estudiar esta galaxia, aunque hasta ahora sólo se habían podido recoger imágenes tomadas en luz visible, que no aportaban demasiados datos sobre la compleja estructura interna de 'Centaurus A'.
Las nuevas imágenes demuestran que la gigantesca cicatriz negra de polvo que oscurece el centro de 'Centaurus A' prácticamente desaparece. La fotografía muestra el disco interior aplanado de una galaxia espiral con una forma que los científicos creen que es debida a una colisión con una galaxia elíptica durante alguna época pasada y lejana.
Los datos de la ESA también descubren pruebas de un intenso nacimiento estelar en el centro de la galaxia junto con dos chorros que emanan del núcleo de la galaxia (uno de ellos de 15.000 años luz de largo). Además, las nubes recientemente descubiertas coalineadas con los chorros también pueden verse en el infrarrojo lejano.
Uno de los científicos que ha llevado a cabo este proyecto, Göran Pilbratt, ha indicado que "la sensibilidad de las observaciones han permitido ver no sólo el brillo del polvo dentro y alrededor de la galaxia, sino también las emisiones de electrones en los chorros que se retuercen en los campos magnéticos a velocidades cercanas a la de la luz".
Del mismo modo, ha apuntado que los chorros observados por ambos satélites son prueba de un agujero negro supermasivo, de diez millones de veces la masa del Sol, en el centro de la galaxia.
Los expertos han asegurado que esta colaboración "única" de Herschel y XMM-Newton, junto con las observaciones en luz visible, han dado "una nueva perspectiva del drama en objetos como 'Centaurus A', con un agujero negro, nacimiento estelar, y el impacto de dos galaxias para formar una".