MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
El guepardo (Acinonyx jubatus) tiene hoy su hogar en las llanuras africanas, pero comenzó una migración hace 100.000 años desde América del Norte hacia su hábitat actual.
Una investigación, publicada en la revista Genome Biology, encontró que la migración de América del Norte fue costosa para la especie, lo que provocó una reducción importante en su acervo genético.
El guepardo africano moderno se encuentra en África oriental y meridional, y sufre un alto peligro de extinción debido a su pequeña población en libertad y la endogamia. Investigadores de la Universidad Estatal de San Petersburgo secuenciaron el genoma de un guepardo macho de Namibia, llamado 'Chewbaaka', y otros seis guepardos salvajes de Tanzania y Namibia.
Esto ha proporcionado una mayor comprensión de la historia evolutiva de las especies y la amplitud de empobrecimiento del genoma, lo que eleva la mortalidad juvenil, provoca alteraciones extremas en el desarrollo de los espermatozoides y aumenta la vulnerabilidad a los brotes de enfermedades infecciosas.
Un total de 18 genes de guepardo muestran daño en las mutaciones, y un gen en particular, AKAP4, mostró un gran número de mutaciones, que podría dañar el desarrollo de esperma y puede explicar por qué el guepardo tiene una gran proporción de espermatozoides defectuosos, y por lo tanto su bajo éxito reproductivo.
El guepardo es descendiente de un pariente de los pumas americanos y su registro fósil se extiende a través de las Américas, Europa y Asia. La especie ha sufrido dos eventos en que la población se redujo rápidamente debido a factores ambientales.
La primera de ellas tuvo lugar hace 100.000 años, alrededor del Pleistoceno tardío - un período geológico con glaciaciones repetidas, cuando los guepardos comenzaron a avanzar hacia Asia a través del puente terrestre de Beringia y luego viajaron al sur de África. Esta migración fue completada por poblaciones cada vez más escasas y un flujo genético limitado debido a las vastas fronteras territoriales de los individuos, lo que aumenta el apareamiento incestuoso.
El segundo cuello de botella fue hace 10-12.000 años, reduciendo aún más la población y provocando la mayor pérdida de la variabilidad endémica observada en los guepardos modernos. Esto se debe a que los guepardos desaparecieron de América del Norte, cuando el último retroceso de los glaciares causó una extinción abrupta que resultó en la pérdida de muchos grandes mamíferos.
Los guepardos admiten injertos de piel de guepardos no relacionados como si fueran clones. El análisis del genoma sugiere que esto se debe en parte a la pérdida de unos pocos genes inmunológicos relacionados y la dramática pérdida de la diversidad en los genes de los guepardos. La variación es tan limitada que es muy inferior a la observada en los perros y gatos endogámicos. Las pruebas llevadas a cabo por los investigadores muestran que el guepardo ha perdido un 90-99% de la variación genética que se observa típicamente en los mamíferos no consanguíneos.
Los investigadores concluyen que esta última visión de la historia y la adaptación del guepardo en peligro de extinción debe ser útil en los esfuerzos para mantener y aumentar las cifras de población de guepardo en sus hábitats actuales y anteriores.