Hallan pruebas escritas datadas en la Edad del Hierro sobre la creencia en la separación del alma

Actualizado: martes, 18 noviembre 2008 20:13

CHICAGO, 18 Nov. (OTR/PRESS) -

Los humanos de la Edad del Hierro, en el siglo VIII a.C., ya creían en la separación del alma y el cuerpo. Así lo demuestra una losa de piedra cincelada encontrada en el sureste de Turquía por un grupo de arqueólogos de la Universidad de Chicago. Los investigadores de esta Universidad señalan que en el descubrimiento se aprecia una incisión en la imagen de un hombre como reflejo de la creencia de la separación entre cuerpo y alma. Además este hallazgo podría explicar la creencia de que, tras la muerte, el alma del fallecido permanece en la estela en la que se tallaba su imagen y se inscribían sus últimas palabras.

La expedición Neubauer del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago fue la encargada de encontrar esta estela de basalto de 360 kilogramos, 90 centímetros de altura y 60 de ancho en Zincirli, la antigua ciudad de Sam'al. Ésta, que fue la capital de un reino próspero, es ahora uno de los sitios más importantes de excavación y extracción de materiales de la Edad del Hierro.

Esta estela funeraria es la primera de su tipo que se encuentra intacta en su ubicación original, lo que ayudará a conocer las costumbres funerarias y la vida del siglo VIII a.C, momento en el que surgieron grandes imperios en el antiguo Oriente Medio y cuando las culturas israelitas y fenicias pasaroon a formar parte de una interesante mezcla.

"La estela se encuentra en estado casi prístino. Es única por su combinación de imágenes y características textuales y, por tanto, proporciona una importante aportación a nuestro conocimiento de la antigua lengua y cultura", explica David Schloen, profesor asociado del Instituto Oriental y Director de la Expedición Neubauer en Zincirli, en declaraciones publicadas por la web de la Universidad de Chicago que recoge otr/press.

SIERVO DEL REY PABAMUWA

La estela fue descubierta el pasado verano en una pequeña habitación que se había convertido en un depósito de cadáveres para el santuario real de Kuttamuwa, en cuya inscripción se define como un "siervo" del Rey Panamuwa del siglo VIII a.C. Estas palabras fueron escritas en un idioma derivado del alfabeto fenicio y de un dialecto similar al arameo y hebreo.

En la losa encontrada aparece la figura de un hombre, Kuttamuwa, con barba, con un sombrero y con una copa de vino en la mano derecha. En la imagen, aparece Kuttamuwa sentado en una silla delante de un cuadro cargado de alimentos. Según los estudios, este cuadro simboliza la agradable experiencia que vivirá después de la muerte. Junto a la figura del hombre, se encuentra una inscripción que ordena a sus descendientes regular los alimentos para su alma.

Este hallazgo arroja luz sobre las creencias del más allá durante la Edad del Hierro, concretamente sobre la creencia de que la identidad o el alma de los fallecidos persistía en el monumento en el que se tallaba su imagen y se inscribían sus últimas palabras. Esta creencia explicaría como, a pesar de ser contrarias a las práctica sde judíos y otras culturas que confiaban en la unidad entre cuerpo y alma, el hombre que aparece en la estela pudo ser incinerado. Y es que, según la inscripción, el alma de los fallecidos residía en la estela.

Esta estela fue descubiera después de que Schloen y su equipo de la Universidad de Chicago estuvieran excavando en la zona de Zincirli durante dos meses cada año desde 2006. Pero no fueron los primeros. Ya en la década de 1890, arqueólogos alemanes excavaron el sitio y descubrieron numerosas murallas, palacios y puertas, muchas de las cuales se encuentran ahora en museos de Estambul y Berlín.

"Zincirli es un sitio remarcable", explica Gil Stein, director del Instituto Oriental. "Dado que otras ciudades no se construyeron en su parte su parte superior, tenemos excelentes materiales de la Edad del Hierro en la parte derecha de la superficie excavada. Todos estos testimonios artísticos y arqueológicos se puede estudiar el origen étnico de los habitantes, su comercio, sus migraciones y las relaciones de los grupos que vivían allí", añade Stein.

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

Schloen también señala que el descubrimiento ayudará a explicar los movimientos migratorios desde Indoeropa hasta la región excavada, que se encontraba bajo el imperio Hitita. Una inmigración que se produjo varios siglos antes ya que en el siglo VIII a.C. los llegados ya hacían uso del dialecto semítico occidental y estaban plenamente integrados en la cultura local.

Esta estela será presentada por Schloen ante un público con intereses académicos el próximo 22 de noviembre en Boston en la reunión de la Escuela Americana de Investigación Oriental. Por su parte y al día siguiente, Dennis Pardee, profesor de Lenguas y Civilización del Próximo Oriente de la Universidad de Chicago, presentará la traducción de las 13 líneas de inscripción de la estela en la reunión anual de la Sociedad de Literatura Bíblica, también en Boston.