MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El científico español Javier Menéndez, biólogo molecular del Instituto de Investigación para la Salud de Nortwestern de Chicago (Estados Unidos) ha confirmado que el aceite de onagra posee una función protectora en tumores como el de mama, ovario y estómago. Las conclusiones del estudio, en el que también ha participado Ramón Colomer, director de la División de Medicina Oncológica del Instituto Catalán de Oncología (Gerona), se publican en 'Journal of the National Cancer Institute' (JNCI).
Los científicos han descubierto a través del estudio de cultivos de células tumorales humanas que el ácido gamma-linolénico (GLA), un ácido graso esencial presente en grandes cantidades en el aceite de prímula u onagra que suele encontrarse en herbolarios y comercios de alimentos dietéticos o naturales, es capaz de inhibir hasta en un 50 por ciento la acción del oncogén Her-2/neu, un gen relacionado con la aparición y comportamiento agresivo de ciertos tumores humanos como el de mama, ovario y estómago.
Según Javier Menéndez explicó a Europa Press el estudio también demuestra que el GLA no solamente es capaz de suprimir los niveles de la proteína Her-2/neu, sino que también es capaz de incrementar entre 30 y 40 veces la efectividad del fármaco antitumoral trastuzumab, comercializado como herceptina, un anticuerpo monoclonal que se emplea en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama que expresan niveles elevados de Her-2/neu.
Según Menéndez, aunque son necesarios nuevos estudios antes que el GLA pueda ser utilizado en ensayos clínicos en combinación con trastuzumab "estos resultados vienen a demostrar una vez más que ciertos ácidos grasos podrían ser empleados en el tratamiento de tumores Her-2/neu-positivos, un subgrupo extremadamente agresivo".
Desde hace unas décadas el uso del aceite de prímula u onagra ha tomado un gran auge ya que su alto contenido en GLA, un ácido graso esencial de la serie omega-6, ha demostrado efectos beneficiosos en el tratamiento de diversas patologías como trastornos del sistema inmune, dermatitis atípica o afecciones alérgicas.
Asimismo, su uso ha sido recomendado por algunos ginecólogos al ser capaz de aliviar los síntomas que muchas mujeres sufren en el síndrome premenstrual (irritación, hinchazón, migrañas) o durante la menopausia (sofocos o sequedad en las mucosas). La mayoría de estos efectos beneficiosos del GLA se han relacionado con su capacidad para generar unas moléculas llamadas prostaglandinas, las cuales regulan el proceso inflamatorio.
Un estudio reciente también dirigido por Menéndez y con la participación de Colomer demostraba que el ácido oleico, el ácido graso mayoritario del aceite de oliva, era capaz de inhibir asimismo la expresión del oncogén Her-2/neu hasta en un 46 por ciento, incrementando también la sensibilidad de las células de cáncer de mama al fármaco herceptina. Confirmando de esta forma los beneficios del aceite de oliva en la prevención y tratamiento de este tipo de cáncer.
PROTECCIÓN NATURAL FRENTE AL CÁNCER
El estudio actual desvela el mecanismo molecular que explica la capacidad de ciertos ácidos grasos para neutralizar al oncogén Her-2/neu. Menéndez explica que "ácidos grasos como el GLA inhiben Her-2/neu a través de un mecanismo molecular completamente diferente al que utiliza la herceptina".
"Mientras que este anticuerpo monoclonal intenta bloquear la acción protumoral de cientos de miles de moléculas de Her-2/neu que pueden llegar a estar presentes en la superficie de las células tumorales, ácidos grasos como el GLA parecen actuar de una manera mucho más eficiente al prevenir la transcripción, la lectura, de sólo 2 a 10 copias del oncogén Her-2/neu que están presentes en el genoma de estas células cancerosas", señala el científico.
Según señala el investigador, el bloqueo de Her-2/neu a dos niveles diferentes, proteína y gen, explicaría por qué la combinación de GLA con la herceptina es capaz de incrementar extraordinariamente la apoptosis, el suicidio, de las células tumorales con niveles elevados de Her-2/neu. Más aún, este mecanismo de acción genómico de ciertos ácidos grasos sobre Her-2/neu no se vería afectado por los mecanismos de escape que las células tumorales disponen para resistir la herceptina.
Según explica Menéndez, "la inhibición de la transcripción del gen Her-2/neu que se produce en presencia de ácidos grasos como el GLA no solamente inhibiría la proliferación de células tumorales Her-2/neu-positivas, sino que también bloquearía su capacidad para formar metástasis a distancia, la principal causa de muerte y de fallo al tratamiento en pacientes cancerosos".
Estudios previos de Menéndez y Colomer habían demostrado que el GLA es capaz de aumentar los efectos citotóxicos de drogas como el taxol, el taxotere y la vinorelbina en células de cáncer de mama. Más recientemente, los investigadores concluyeron que el GLA también incrementa la eficacia de terapias hormonales como el tamoxifeno y el faslodex. "Dado que la sobreexpresión de Her-2/neu generalmente confiere resistencia a la quimioterapia y terapia hormonal, nuestros actuales resultados desvelan un nuevo mecanismo molecular a través del cual el GLA podría incrementar la eficacia del tratamiento en tumores con niveles elevados de este oncogén", concluye Menéndez.